Está claro que el país helvético no es de los más divertidos del mundo; pero, además, con su selección viven un estado de tristeza permanente tras lo sucedido en la anterior Eurocopa, cuando quedaron fuera en la primera fase pese a ser los organizadores. Por eso, y aunque se hayan clasificado al Mundial en un grupo bastante sencillo (Grecia, Letonia e Israel), no han sido capaces de despertar la ilusión del país centroeuropeo.
Parece que está todavía lejos la fórmula mágica que consiga encontrar la mezcla adecuada entre las nuevas selecciones que ganan en categorías inferiores (Suiza es actual Campeona del Mundo sub-17), gracias al gran trabajo en el centro de alto rendimiento en Lucerna, y la vieja guardia. Quizás una de las ilusiones para el crecimiento de este equipo esté en el poder de la inmigración, a lo Francia.
Tiene un ganador como Hitzfield en el banquillo, que también tiene cara triste pero ha sido de los pocos de levantar dos Copas de Europa con equipos diferentes (Bayern y Dortmund), así que algo tendrá el agua cuando la bendicen. Pese a ello, la diferencia con España sigue siendo abismal, pero fiarse nunca es bueno y menos en un Mundial.
En la portería, Diego Benaglio no ha estado al nivel de hace dos temporadas, cuando ganó la liga con el Wolfsburgo, pero no creo que sea de los puestos peor cubiertos en el equipo de la "cruz blanca".
La línea defensiva esta bastante clara, el agresivo Lichtsteiner en el lateral derecho, mi amigo Senderos para el juego aéreo, el cumplidor Grichtning de central zurdo y un interior reconvertido a lateral con un buen nivel técnico como es el jugador de la Sampdoria, Reto Ziegler.
Una de las claves del partido es el trabajo del mejor jugador suizo, el centrocampista de origen turco Gokhan Inler, un "pitbull" que tiene que contar con la ayuda del veterano Huggel para intentar parar a la pareja Xabi-Xavi. Además es posible que con el miedo que genera nuestro país ni siquiera el equipo suizo ocupe las bandas y ponga en zona de presión a Gelson Fernandes y Schwegler para intentar tapar los costados y dedicarse a destruir, ya que teoricamente sería meter a cuatro pivotes defensivos.
Arriba, para buscar el contragolpe, el rápido y buen conductor de balón Tranquillo Barnetta, un buen asistente, tendrá que ser el que habilite al rematador Eron Derdiyok, ambos son del Bayer Leverkusen y este año han formado una buena sociedad.
En el banquillo el jovencisimo y rápido Shaquiri, el delantero fuerte Nkufo o el veterano Frei esperarán una oportunidad que, quizás, llegue para ellos demasiado tarde.