Carlos Campuzano, diputado de Convergencia y Unión, pidió este viernes a José Luis Rodríguez Zapatero que exija la liberación de todos los presos de conciencia cubanos. De todos. No sólo de aquellos a los que Castro utiliza como moneda de cambio. Después de reunirse en La Habana con algunas esposas de presos políticos, y con Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación, el diputado catalán declaró que el gobierno español "ha de mantener una posición claramente exigente con la libertad de los opositores presos en Cuba". A juicio de Carlos Campuzano, la Unión Europea debe ratificar el próximo mes la llamada "posición común” respecto a la tiranía castrista, modesta iniciativa que ruega a La Habana que respete los derechos humanos. Por realizar este tipo de declaraciones, y por reunirse con activistas de la disidencia, no lo quiso recibir Ricardo Alarcón, uno de los máximos responsables de la barbarie y presidente de un engendro fascistoide que en Cuba llaman Asamblea del Poder Popular.
Los cómplices de Castro no necesitan perder el tiempo con nadie que simpatice con sus víctimas. A los verdugos de 11.000.000 de cubanos les sobran los políticos españoles que acepten de buen talante reunirse con ellos para ofrecerles diálogo, perdón y olvido. No hace muchas semanas, Trinidad Jiménez y José Blanco recibieron en la sede del Partido Socialista a José Ramón Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba. Es más, la secretaria de Política Internacional y el responsable de Organización del PSOE le aseguraron al “Gallego Fernández” -verdugo de varias generaciones de cubanos- que es probable que ambos visiten al coma-andante después del próximo verano.
Tras la excarcelación de Martha Beatriz Roque todo parece pactado entre la mafia comunista y el gobierno de nuestro país. Si el coma-andante excarcelara también a Raúl Rivero –excarcelación que están esperando los socialistas españoles- Zapatero no tardaría en pedir a la Unión Europea que reconozca la buena voluntad de Esteban Dido. Miguel Ángel Moratinos manifestó este lunes en Marruecos que “el ejecutivo español está abierto a revisar las relaciones Madrid-La Habana”, ya que, a su juicio, la dictadura ha hecho "una serie de gestos" que han sido contemplados "de manera positiva”. Veinticuatro horas después, su secretario de Asuntos Exteriores aseguró que “el gobierno cubano va en la buena dirección para mejorar sus relaciones con la Unión Europea”. Según Bernardino León, “Cuba es un país con el que España no se puede permitir el lujo de no tener una interlocución especial”.