Libre Mercado publicó en exclusiva la noticia de los múltiples viajes de Eduardo Garzón, el hermano del líder de Izquierda Unida, actualmente colocao en el Ayuntamiento de Madrid. La noticia tiene mucha trascendencia, por eso he preguntado al respecto al concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, en la comisión municipal relevante. Este artículo resume el intercambio. Empecemos por recapitular los hechos.
El nombramiento de Eduardo Garzón como asesor de Economía y Hacienda fue un caso más de nepotismo al que ya nos tiene acostumbrados Carmena. Es evidente que Sánchez Mato le nombró su asesor no por sus cualidades profesionales sino por ser hermano de Alberto, el líder de la formación política en la que milita. Hace más evidente este hecho la constatación de que, previamente a su nombramiento en el Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Garzón fue asesor de un eurodiputado de Izquierda Unida. Es decir, la carrera profesional de Eduardo ha corrido en paralelo al ascenso de su hermano Alberto en Izquierda Unida.
En los escasos 9 meses que lleva Eduardo Garzón como asesor municipal, ha realizado un total de 18 viajes para participar en actos de Izquierda Unida. La fuente de estos datos es su propio blog. Pongamos como ejemplo de sus andanzas la semana que va del 15 al 21 de junio (es decir, en plena campaña electoral). En estos siete días y en horario laboral, Eduardo Garzón estuvo en Vitoria, en Barcelona, en León, en San Fernando de Henares (muy considerado por su parte por lo menos pasar por la Comunidad de Madrid durante la semana) y en Almería. En todos los casos citados dio mitines en nombre de Unidos Podemos, la malograda alianza electoral de Izquierda Unida con Podemos.
Lo primero que uno se pregunta al ver esta intensa agenda de viajes es si casi es mejor que Willy Fog Garzón esté de viaje y no en el Ayuntamiento. ¿Por qué? Pues porque, a la luz de sus extravagantes ideas, hace menos daño a los madrileños dando mítines por el resto de España que trabajando en el Ayuntamiento. Garzón, por ejemplo, cree que un Estado con soberanía monetaria no necesita recaudar impuestos para poder gastar. Es decir, su modelo es el de Zimbabue, donde los gastos públicos se sufragaban imprimiendo billetes en vez de recaudando, con la consiguiente hiperinflación. También cree que la fórmula para integrar a la inmigración es hacer empleados públicos a dos millones de inmigrantes. Y echó la culpa del desgraciado accidente aéreo de German Wings a la "maldita sociedad capitalista."
Pero, claro, resulta que el sueldo de asesor nivel 28 de Eduardo Garzón (más de 52.000 euros al año) se lo pagan los madrileños. Y no se lo pagan para que actúe como un liberado de Izquierda Unida dedicado a dar mítines por toda España. Se lo pagan para trabajar por los madrileños en Madrid.
Por otro lado está la cuestión de saber quién paga los viajes. Sánchez Mato dice que el Ayuntamiento no. Todos sabemos que Izquierda Unida está quebrada, con deudas millonarias. Esta fue, sin duda, la razón principal por la que aceptó ir en coalición con Podemos el pasado 26 de junio. ¿Está Izquierda Unida pagando los viajes del hermanísimo Garzón al mismo tiempo que despide a sus empleados por falta de fondos?
En la comisión municipal correspondiente, Sánchez Mato, claro está, no ha aclarado nada. Se ha limitado a decir que está muy contento con el desempeño de su asesor, que su contratación nada tuvo que ver con quién sea su hermano y que para inútiles, el que esto suscribe. En su línea, vamos.
Lo que no ha hecho es negar la mayor. Es decir, no ha dicho que sea mentira que Eduardo Garzón haya hecho 18 viajes partidistas en lo que va de año. Debemos dar por hecho, pues, que, efectivamente, el ayuntamiento de Carmena tiene liberado al hermano del líder de Izquierda Unida para dar mítines por toda España. Esta es la "nueva política" de la que tanto presumieron Carmena y sus concejales.
Percival Manglano, concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid