Camarada Raúl Castro
Primer Secretario del Comité Central
Partido Comunista de Cuba
Edificio del Comité Central
Plaza de la Revolución
La Habana, República de Cuba
Compañero,
Siento no haber tenido ocasión hasta ahora de agradecerte tu magnífica acogida en La Habana en diciembre pasado. El análisis que hicimos entonces de nuestra estrategia conjunta en Latinoamérica fue sobresaliente. Además, el homenaje a José Martí me evitó tener que conmemorar la Constitución del Estado español. ¡Como si hubiese algo que conmemorar! Sólo la alienación de las masas españolas puede explicar que valoren ese instrumento de perpetuación del poder franquista por encima de las conquistas sociales cubanas.
Te escribo además, camarada, para trasladarte mi preocupación ante los levantamientos contrarrevolucionarios en Venezuela. Debemos unir fuerzas para evitar que cunda el ejemplo de Ucrania. ¿Qué es esto de que el pueblo se levante y no siga nuestras directrices revolucionarias? Pero ¡si el pueblo somos nosotros! ¿Plazas tomadas por jóvenes y trabajadores que tumban estatuas de Lenin y echan del poder a un presidente que se afilió al Partido Comunista soviético en 1980? Es evidente que estos trabajadores han sido manipulados por fuerzas fascistas. Después de derrocar al presidente, esta chusma nazi tuvo la desfachatez de meterse en su casa (¡en la casa del presidente!) y hacerse fotos hasta en sus cuartos de baño de oro. ¡Menudo lumpen, qué gentuza! Eran tan pequeñoburgueses que ni siquiera se dedicaron al pillaje y al saqueo como hacen las verdaderas turbas revolucionarias. Vaya diferencia con la gloriosa revolución de 1959 que tan brillantemente dirigisteis Fidel y tú para dar cauce a la voluntad unánime del pueblo cubano y que hasta hoy mantiene a cada cubano en el lugar que le corresponde.
Pero bueno, vayamos a lo importante que es Venezuela (total, a quién le importan unos ucranianos que rechazaron seguir en la URSS). Nuestra máxima prioridad debe ser impedir que la fuente de tantos apoyos –tú ya me entiendes…– de la izquierda anticapitalista mundial caiga en manos contrarrevolucionarias. ¡Nos están queriendo robar la gallina de los huevos de oro!
Las cosas en el Estado español están bastante controladas. Aquí, contrariamente a lo ocurrido en otros países, casi ningún artista ha expresado su apoyo por los gusanos estudiantes. Sólo lo ha hecho el desadaptado Izaguirre (el recordado Che sí que habría sabido qué hacer con él), así como el tenista Nadal (hincha del Real Madrid, con eso te lo digo todo) y el baloncestista Gasol (un alienado catalán que se siente español). Pero bueno, tú ya sabes que los deportistas suelen ser bastante fascistas; algunos cubanos incluso han tenido la desfachatez de pedir asilo político cuando han viajado al extranjero.
Salvo por el invento imperialista ese de las redes sociales (qué bien habéis hecho bloqueándolas en Cuba), casi no está habiendo reacciones en el Estado español a lo de Venezuela. Los tertulianos orgánicos –comisarios políticos que mandamos a opinar a los medios de comunicación sociales– también están haciendo bien su trabajo, por ejemplo comparando el actual golpe de la extrema derecha venezolana con el golpe fascista de julio de 1936 contra la República española.
Venezuela, camarada, no puede caer. Todos los compañeros nos jugamos mucho en este envite. Sin duda el compañero Maduro se ha equivocado al implantar tan despacio el modelo cubano, pero no se lo vamos a reprochar ahora. Ya habrá tiempo para hacerlo más tarde. Ahora toca cerrar filas y buscar soluciones. Yo he encontrado una que modestamente creo que, si así lo creyeses conveniente, me puede hacer digno de ser nombrado Héroe de la República de Cuba. Mandemos inmediatamente a Venezuela a unos verificadores que han estado en España tras certificar el desarme de los chicos de la ETA. Ellos acreditarán el carácter contrarrevolucionario de las movilizaciones de los estudiantes y la buena voluntad del Gobierno de Maduro. Así, con su verificación, se acabará el conflicto. Estamos en buenas manos, compañero. De hecho, uno de los verificadores es un sudafricano de nombre Kasrils que se afilió al partido comunista sudafricano en 1961 y dejó escrito en su autobiografía –brillantemente titulada Armado y peligroso– que "en el futuro, la Humanidad verá en los logros soviéticos una fuente de profunda inspiración".
Espero, impaciente, tu respuesta.
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
Cayo Lara
Coordinador federal de Izquierda Unida
(N. del A.: Para que no haya ninguna duda al respecto, esta carta es una sátira política. La ha escrito el autor y no Cayo Lara).