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Pedro Fernández Barbadillo

Sabino Arana, creador de orcos

En el culto al Fundador, los peneuvistas superan en intensidad a los castristas en la veneración al Che o a los bolcheviques en la adoración a Lenin.

En el culto al Fundador, los peneuvistas superan en intensidad a los castristas en la veneración al Che o a los bolcheviques en la adoración a Lenin.

En Bilbao no tiene calle –porque se la quitó el primer ayuntamiento democrático– el general Baldomero Espartero, que salvó la villa de un sitio carlista en 1836; tampoco la tiene Gregorio Balparda, abogado y antiguo diputado liberal, asesinado en 1936 por milicianos socialistas en un barco prisión anclado en la ría; ni el embajador José Félix de Lequerica, que levantó el lobby proespañol en Estados Unidos; ni el poeta Rafael Sánchez Mazas; ni el ministro José María de Areilza.

Sin embargo, Sabino Policarpo Arana Goiri, fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV), es honrado con una gran avenida (antes de José Antonio Primo de Rivera) y con una estatua. En mi libro Bokabulario para hablar con nazionalisats baskos (Áltera), que mereció una interpelación de un diputado del PNV a la ministra socialista Carmen Calvo, definí así a Arana:

Para él todos los elogios son pocos: Maestro, Enviado, Genio, Mártir… Sin él no habría abertzalismo. Se consideraran herederos de su pensamiento todos los nacionalistas vascos.

En el culto al Fundador, los peneuvistas superan en intensidad a los castristas en la veneración al Che o a los bolcheviques en la adoración a Lenin. En todos los batzokis (sedes sociales) y hasta en los despachos ilustres de los jelkides hay bustos, tallas o retratos. Él lo inventa todo: la doctrina, el lenguaje (jamás lo habló correctamente), el nomenclátor, la bandera, la obsesión por el apellido y hasta el nombre de la patria hasta entonces innombrada por inexistente: Euzkadi. Miguel de Unamuno dijo en un discurso en las Cortes Constituyentes de la II República:

Euzkadi es una palabra bárbara; cuando yo era joven no existía; además conocí al que la inventó.

El filólogo Jon Juaristi trató de descifrar el vocablo y concluyó que su traducción es la de "bosque de euskos", sea lo que sean éstos.

Hace ahora 150 años, el 26 de enero de 1865, nació Arana en el seno de una familia burguesa y carlista. La derrota de la última sublevación carlista en 1876 y el derrumbe de su modo de vida hicieron que él y su hermano Luis derivaran hacia un separatismo enloquecido que cayó en el racismo y en el odio que décadas después armaron a ETA.

Liberales en garitos y lupanares

Su vida fue breve, ya que falleció a los 38 años, pero, como rentista que era, le dio tiempo a producir resmas de papel, sobre las que vertía sus descubrimientos, sus soflamas y sus anatemas. A continuación reproduzco una selección de pensamientos de Arana sacados de la antología que, bajo el título De su alma y de su pluma, editó el propio PNV con motivo del primer Aberri Eguna, celebrado en 1932.

Les aterra oír que a los maketos se les debe despachar de los pueblos a pedradas. ¡Ah la gente amiga de la paz..! Es la más digna del odio de los patriotas.

¿Queréis conocer la moral del liberalismo? Revisad las cárceles, los garitos y los lupanares: siempre los hallaréis concurridos de liberales.

Si a esta nación latina la viésemos destrozada por una conflagración intestina o una guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo.

Muchos son los euskerianos que no saben euskera. Malo es esto. Son varios los que lo saben. Esto es peor. Gran daño hacen a la patria cien maketos que no saben euzkera. Mayor es el que le hace solo maketo que lo sepa. Para el corazón de la Patria, cada vasco que no sabe euzkera es una espina; dos espinas cada vasco que lo sabe y no es patriota; tres espinas cada español que habla euskera.

Etnográficamente hay diferencia entre ser español y ser euskeriano, la raza euskeriana es sustancialmente distinta a la raza española.

La fisionomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español inexpresiva y adusta. El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntadselo a cualquier contratista de obras, y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos.

El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que lo civilice.

El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español o no sabe andar, o si es apuesto, es tipo femenino.

No hay tal vez bizkaino de pura raza que en el fondo no simpatice con la doctrina separatista.

Los malos bizkainos… han degenerado hasta el punto de parecer gallegos.

Antiliberal y antiespañol es lo que todo bizkaino debe ser.

Matrimonio con una mujer de pura raza

Al menos hay que reconocerle a Arana coherencia en su racismo: se casó con una aldeana ignorante, Nicolasa Achicallende, pobre pero de pura raza vasca, ya que el bueno de Sabino se encargó de rastrear el origen de sus antepasados en los archivos parroquiales de la comarca de Busturia, hasta que quedó satisfecho. Puso en práctica un "purismo racista", tal como ha escrito Antonio Elorza.

En cambio su hermano Luis se casó con una aragonesa que conoció en Barcelona; como ella se llamaba Josefa Egüés Hernández la rebautizó como Josefa Eguaraz Hernandorena. Fue convertida en vasca de raza pura por una inscripción en el Registro Civil. Unos años después, los nazis convertían de la misma manera a los judíos que habían luchado por Alemania en la Primera Guerra Mundial en gentes no alemanas: un papel pasaba por encima de la sangre.

En tan breve matrimonio, que duró unos tres años, Sabino Policarpo no tuvo descendencia. Después de fallecer, su viuda casó con un carabinero con el que engendró varios hijos.

Alguien dirá que a fin de cuentas los pensamientos de Arana sólo pueden entenderse en su época, dominada por teorías raciales, pero la realidad es que a muchos dirigentes del PNV, en cuanto se les deja, les aflora el racismo que han mamado en sus casas y batzokis.

Javier Arzallus, diputado en las Cortes que redactaron la Constitución, dijo entre otras las siguientes frases:

Yo no soy racista. Yo prefiero a un negro-negro que hable euskara antes que a un blanco que lo ignore. (1994).

No estoy diciendo que los vascos tengan derecho a quién sabe qué supremacía. La cuestión de la sangre con el RH negativo confirma sólo que este pueblo antiguo tiene raíces propias, identificables desde la prehistoria, como sostienen investigaciones de célebres genetistas. (2000)

Sencillamente, somos más ordenados, más trabajadores. Sabemos hacer las cosas mejor y con menos dinero. No necesitamos a Madrid para nada. (2001)

Jelkides menos ancianos padecen las mismas opiniones. Doy unos ejemplos.

En 1993 el abogado Ricardo Sanz Cebrián, senador del PNV, escribió en un artículo unas frases que parecen copiadas de los textos de Arana:

El pueblo vasco se ha caracterizado por ser trabajador, austero y serio en sus compromisos. La vinculación forzosa al Estado español ha empañado sus virtudes y ha contagiado sus defectos.

Carlos Caballero Basáñez, diputado por Álava entre 1997 y 2000, escribió en 1998, poco después del asesinato de Miguel Ángel Blanco en Ermua:

En la Edad Media vino a un pueblo de Euskadi llamado Ermua una oleada de ratas procedentes de España.

Y acabo con Joseba Egibar:

Temo más a España que a ETA.

El PP vasco anunció a comienzos de siglo que iba a difundir el pensamiento de Arana entre los vascos. Una gran iniciativa que cayó pronto en el olvido. Igual que el PP vasco, que pasó de 230.000 votos (en las elecciones generales de 2004, celebradas tras una campaña de acoso en la que se unieron los socialistas y los nacionalistas) a 130.000 en las elecciones autonómicas vascas de 2014.

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