El diario La Vanguardia, propiedad de la familia Godó, ha sido el mayor apoyo en prensa de Jordi Pujol durante sus 23 años como presidente de la Generalitat catalana y después. Este periódico es responsable de haber convertido a Pujol en el padre del catalanismo y de haber justificado y encubierto sus medidas más polémicas, como la manipulación de la enseñanza. La leyenda del Pujol honrado y sacrificado empezó a construirse en los años 80.
Fuera de Cataluña fue capital la colaboración de otros columnistas y periódicos para conseguir este objetivo. En la izquierda, el comunista Manuel Vázquez Montalbán escribió que nadie en Cataluña dudaba de que Pujol era honrado. Y en la derecha el ABC, propiedad de la familia Luca de Tena y dirigido por Luis María Ansón, lanzó una sorprendente campaña en defensa de la inocencia de Pujol cuando en 1984 llegó a los tribunales el caso Banca Catalana.
El domingo 20 de mayo de 1984, el periódico monárquico dedicó la portada a Pujol. El editorial, titulado "La campaña contra Pujol", contenía estas frases:
Desde su victoria en las elecciones autonómicas del 29 de abril, Jordi Pujol simboliza en Cataluña la posibilidad de victoria sobre el socialismo en las elecciones de 1986. Por eso esta acción del Gobierno contra el reelegido presidente de la Generalidad ofrece más de un aspecto dudoso.
Si la vida pública española se viera invadida por campañas de desprestigio, fundadas en meras apariencias de responsabilidad privada, la actividad política se degradaría hasta hacerse intransitable.
El 22 de mayo Pilar Urbano publicó una columna al respecto titulada "No saben perder", en referencia a los socialistas, y daba por sentada una conspiración del Gobierno de Felipe González contra un Pujol que había derrotado al candidato socialista a la Generalitat en las elecciones de abril.
Este verano, Ruiz de Alda, experto en el tema Catalana por su cargo, rector del Fondo de Garantía de Depósitos, le comentaba al abogado José Mario Armero: "Ha habido administración política y fallos de gestión… pero no hay temas criminales". Pero, cuajado el triunfo de Pujol en la Generalitat (…) va y… donde no había, hay. Punto de consternado silencio.
Elogiar a Pujol para que se uniese a Fraga
El 23 de mayo el ABC dirigido por Ansón publicó una foto de Pujol a toda plana con el siguiente titular, que parece sacado de las crónicas de Enric Juliana sobre la Diada pasada: "Posible manifestación de dos millones de personas en favor de Jordi Pujol". El largo editorial, que ocupaba una página completa, se titulaba "La ceguera del PSOE".
Por intereses de partido, el Gobierno ha abierto una crisis de Estado. En un momento de crispación autonómica, Cataluña y Jordi Pujol están manteniendo un actitud constructiva y responsable.
lo que el Gobierno ha hecho no es una maniobra política, sino una ofensa a Cataluña. Aunque las irregularidades de la Banca Catalana fueran ciertas, no puede imputarse su culpabilidad al actual presidente de la Generalidad. Al instar esta querella se está ofendiendo al 115 presidente de la Generalidad y con ella al pueblo catalán que le ha elegido por mayoría.
El 28 de mayo la portada y un editorial se consagraron al diputado Miquel Roca, portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, que había declarado, para entusiasmo del periódico y de su director, que era "urgentísimo sacar a estos señores [los socialistas] del poder". Por ello el ABC trataba de forjar una alianza entre la AP de Manuel Fraga y CiU para las siguientes elecciones generales.
La ofensa inferida por el Gobierno a los catalanes es asimismo una ofensa padecida por todos los demás españoles. (…) No es la honorabilidad del señor Pujol la que se juega. Lo que se ha puesto en cuestión es la honorabilidad democrática del Gobierno.
Si todos los votos que tuvo el PSOE en 1982 no eran de izquierda, tampoco habrían de ser necesariamente de derecha la totalidad de los votos que, en el 85 o el 86, derrotaran al socialismo.
Una víctima del PSOE
La investidura de Jordi Pujol mereció la portada del día 30 con el siguiente titular: "Cataluña, dentro de España". En el pie de foto:
En su discurso de investidura como presidente de la Generalidad, Jordi Pujol dio ayer una lección de moderación y buen sentido a quienes, desde una y otra parte, aguardaban la réplica crispada al desafío nacionalista. Con expresa referencia a la Constitución, Pujol aseguró el continuismo y el respeto escrupuloso a las leyes del Estado. Frente a los métodos usados por el Gobierno socialista en el caso de Banca Catalana, Jordi Pujol reiteró su voluntad "de diálogo y negociación". Ante los excesos crecidos de los ultranacionalistas, el presidente de la Generalidad expresó su obligación de mantener a Cataluña como "factor de estabilidad y progreso dentro de España".
El año concluyó con el nombramiento de Pujol por parte de la redacción de ABC como Español del Año. De esta manera lo justificó el periódico en su edición de 30 de diciembre de 1984. Nótese que para el periódico monárquico lo más importante es que Pujol demostraba a la derecha española que podía derrotar a un PSOE entonces con 202 diputados.
Vencedor rotundo de las elecciones catalanas, Jordi Pujol ha demostrado en 1984 que los socialistas pueden perder las generales de 1986. Tras su victoria se desencadenó contra él una torpe maniobra para erosionar su prestigio. La opinión pública advirtió enseguida la jugada y se preguntó no si Pujol era inocente o culpable de las acusaciones contra él vertidas, sino si el Gobierno es inocente o culpable del intento de instrumentalizar la Justicia en favor de intereses de partido. Jordi Pujol, como antes Tarradellas, con su actitud de servido a España. Desde un sentimiento catalán irrenunciable, con la bandera española ondeando en el palacio de la Generalidad y presidiendo su despacho junto a la catalana, ha contribuido considerablemente a hacer viable la Constitución y la Monarquía democrática que ha restaurado las libertades en España. Todo ello le ha convertido, a juicio de la Redacción de ABC, en 'Español del Año'.
Pujol vestido de torero
Cuando la Audiencia de Barcelona decidió no procesar a Pujol, ABC y su director saltaron de alegría. La portada del 22 de noviembre de 1986 era una caricatura de Pujol vestido de torero y clavando el estoque hasta la bola en un toro con el símbolo del PSOE como hierro. El editorial interior estaba titulado "Se ha hecho justicia".
Desde el primer momento entendimos que el problema planteado por el asunto de Banca Catalana no era el de establecer la culpabilidad o la inocencia del actual presidente de la Generalidad, sino el de averiguar si el Gobierno del PSOE era o no responsable de haber puesto la máquina de la Justicia al servicio de sus intereses de partido.
De lo que se trataba desde un principio era de desprestigiar políticamente a Jordi Pujol en represalia por la derrota que infirió al PSOE en las elecciones catalanas.
Si como consecuencia de la maniobra Jordi Pujol, en lugar de mantener la serenidad y la moderación, así como su defensa permanente de la unidad de España, se hubiera rebelado y se hubiera convertido en un Garaicoechea catalán, el daño producido a la entera nación española hubiera resultado incalculable. De ahí que el hecho de que haya prevalecido la justicia, trascienda su significado desde lo estrictamente procesal.
Más de 25 años después estos editoriales y portadas publicados en ABC bajo la dirección de Luis María Ansón, se ha comprobado que el nacionalismo catalán moderado dentro de España, abanderado por Pujol y la inocencia de éste en el vaciamiento de Banca Catalana, eran mentira. Ahora bien, Pujol y su familia son mucho más ricos.