Uno no acierta a entender la euforia de Zapatero ante sus nombramientos, salvo que la perversión ética absoluta ya haya invadido hasta el tuétano lo que queda de un PSOE que ya no tiene más remedio que renovarse a fondo o dejar de ser. En este caso, me referiré a Rubalcaba, Alfredo Pérez, que debió nacer en Creta (todos los cretenses fueron mentirosos) aunque fue hijo de un español piloto de Iberia que, según hemos leído, fue antes y en realidad suboficial del franquismo formado en la Academia de Suboficiales del Ejército del Aire de León. Pero, ¿qué aporta Rubalcaba a la política nacional? Maquiavelismo, amoralidad, razón de partido frente al Estado y al Derecho y sectarismo en tal grado que bastará con recordar alguna de sus fechorías más inquietantes para ponernos los pelos de punta, pelos que deberían ponerse de punta a todos los ciudadanos de buena voluntad, voten a quien voten.
Decía el filósofo Xavier Zubiri que una cosa era estar en acto y otra ser actual. Parece algo complejo pero no lo es. Estar en acto significa que algo está presente y plenamente desarrollado. Ser actual es ser reconocido como tal por la sociedad. Ponía de ejemplo a los virus. Siempre han estado en acto en el planeta pero no siempre han sido actuales porque su presencia se desconocía. Pues digamos que Rubalcaba ha estado y está en acto como ejemplar único de individuo a quien le importa un c...omino el Estado de Derecho y que es alguien que bien puede pasar a la historia como uno de los mentirosos más ladinos de la historia de España y quién sabe si algo más. Más incluso que el Purrieta, famoso popular, que compró una lata de sardinas y la vendía diciendo que tenía tres vivas.
Pues devolvamos a la actualidad algunas de las trastadas del supervicepresidente. Este Rubalcaba, que produce miedo a raudales porque es un malvado inteligente, es el mismo que en 1994 dijo: "El Gobierno ha combatido siempre el terrorismo con la ley en la mano". Se refería, cómo no, al caso GAL y a la implicación de la famosa X del entonces vituperado Garzón. Luego se demostró lo que demostró y el ministro de los GAL, Pepe Barrionuevo, tuvo que entrar en la cárcel de Guadalajara. Lo dijo en El País.
Y luego, al año siguiente para no extendernos en citas, en su calidad de portavoz del Gobierno dijo tener la "convicción absoluta" de que el ex ministro del Interior José Barrionuevo era inocente de las imputaciones que se le hacían en el caso GAL. Y lo hizo en nombre de "todos los socialistas". Así lo recogió también El País.
Y recuerden lo que hizo en el día de reflexión tras el atentado del 11-M. Y el Faisán. Sólo con esto, entra repelús.
Este personaje es quien controla el CNI, la Policía Nacional, la Guardia Civil y no se sabe qué más. Este es quien puede ganar las elecciones para el PSOE en 2012. El PP haría bien en prepararse para lo peor. Socorro.