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Pablo Planas

El cobrador del frac y la Troika

La crisis de credibilidad de la Unión Europea es colosal, y será aún mayor si se confirma que la Troika pasa a mejor vida.

Jeroen Dijsselbloem es el hombre de negro que salió escopetado de Grecia tras reunirse con el ministro Yanis Varuofakis en la primera reunión sobre la deuda. Dijsselbloem. Titular de Finanzas de Holanda y presidente del Eurogrupo, una de las tres patas de la Troika, tan maltrecha después del descalabro de Atenas que en Bruselas ya se plantea su disolución.

Como hombre de negro, Dijsselbloem, laborista por más señas, ha resultado un completo fiasco, una nulidad incapaz de infundir el más mínimo respeto en el bronceado, descorbatado y desahogado Varoufakis. Desde los tiempos de Jan Jongbloed, el portero de la naranja mecánica que evitó que Holanda ganara dos mundiales, no se había visto a un holandés caer más bajo en la escena internacional.

Si Dijsselbloem es todo lo que ha previsto la Troika frente a los Gobiernos morosos, insolventes e insurrectos, estamos ante una de la mayores estafas de la historia del mercado y a las puertas del triunfo de Podemos. La crisis de credibilidad de la Unión Europea es colosal y será aún mayor si se confirma que la Troika pasa a mejor vida. Una deuda es una deuda. Se puede renegociar, se puede vender, comprar, traspasar, anular incluso. No pasa nada. Todo está previsto cuando está previsto pactar con el diablo. Pero un símbolo como la Troika debiera ser innegociable, porque si hay que ir se va, pero ir para nada etcétera, etcétera.

La cantada de Dijsselbloem, a diferencia de las de Jongbloed, es munición contra Europa, contra el euro, contra el mercado común y hasta contra el festival de Eurovisión. Es casi seguro que los daños en la marca sean definitivos, como si se hubieran encontrado trazas de whisky en una leche infantil. La mera posibilidad de que Merkel pierda un alfil en el primer movimiento de la partida contra Tsipras y Putin debería ser imposible, pero se necesita algo más que a Dijsselbloem. Si un cobrador del frac es más eficaz que la famosa Troika, Ucrania es la Línea Maginot. Europa ha muerto. O casi.

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