Querida Ketty,
Este jueves, mientras Mariano Rajoy se encontraba en Argelia en uno de sus viajes más importantes en clave económica -el país africano es nuestro principal suministrador de gas-, reapareció el que todavía es uno de sus hombres fuertes, miembro del Comité de Dirección, y la voz más autorizada del PP en la Eurocámara: Jaime Mayor Oreja. No es la primera vez que te hablo de su caso en nuestras misivas.
El que fuera ministro del Interior regresó a la arena pública con un discurso demoledor sobre lo que está ocurriendo en el País Vasco y Cataluña -de hecho, vinculó ambos escenarios- y dio su particular toque de atención a su jefe Rajoy, toda vez un año después de su llegada a la Moncloa existen "muchas razones para el desconcierto". No mentó en ningún momento al presidente o al Ejecutivo, pero de su análisis se desprendía que no se están tomando las medidas adecuadas. Y no es la primera vez que lo advierte.
Su opinión crítica, que quedó manifestada en el Comité Ejecutivo celebrado en plena tormenta interna por el caso Bolinaga en el que rechazó las tesis del ministro de Interior, es una de las principales bazas para que en Génova se haya extendido la idea de que no repetirá como cabeza de cartel a las elecciones europeas, que se celebrarán en 2014. Las relaciones con Cospedal, por citar un ejemplo, son claramente distantes -sin perder, obviamente, la educación y las formas- y en privado se le criticó que no estuviera en la última Interparlamentaria, celebrada en Toledo antes de las fiestas navideñas, a pesar de estar de baja médica.
La diferencia con respecto a 2009, cuando todo un sector del PP protestó por su hipotético sacrificio político, es que hoy prácticamente nadie pone en duda su caída, mientras él guarda ese silencio del que ya hizo gala en la anterior candidatura. "Todo parece indicar que no repetirá. Y creo que ambas partes están de acuerdo", según un alto cargo de la formación, con excelentes relaciones con Mayor.
El presidente aún no está en estos derroteros, pero sí parte de su gabinete. Muchos relacionan los comicios europeos con una posible crisis de Gobierno que abra el Consejo de Ministros a figuras como Javier Arenas -también en las quinielas para partir a Bruselas- y Antonio Basagoiti. Se da por descontado que Miguel Arias quiere regresar a la capital comunitaria, pero en calidad de comisario.
Mayor ha sufrido lo que muy pocos cargos en la historia del PP, como que dirigentes vascos -de sus mismas siglas- le hayan criticado abiertamente. Pero también existen, y no son pocos, los que en privado recuerdan que el eurodiputado "no se ha equivocado nunca" en sus argumentos, que no se ha cansado de repetir aunque molestara al auditorio. De hecho, Rajoy y Basagoiti han dicho en no pocas ocasiones que prestan atención a sus palabras, aunque después se decanten por otras vías de actuación.
A día de hoy, y a la espera de que Rajoy se pronuncie, la decisión parece que ya está tomada: no contarán con él. A nadie se le escapa que la salida de Mayor de la primera línea supondría el último golpe a una corriente de opinión que, en 2012, ya sufrió la marcha de Esperanza Aguirre. "Yo no he hablado con él, pero me da la impresión de que tampoco le interesa seguir", afirma un allegado. Lo que sí parece irrefutable es que seguirá haciendo su diagnóstico sobre "el proceso" en marcha.
Besos y ¡Feliz año!