Querida Ketty:
El intenso y vibrante rifirrafe entre ministros del Interior –el actual, Jorge Fernández Díaz, y el de Aznar, Jaime Mayor Oreja– ha abierto la caja de Pandora en el Partido Popular, e irremediablemente acabará salpicando al presidente: la candidatura a las elecciones europeas. Aunque hasta que se celebren queda un mundo en política –los comicios son cada cinco años, y los siguientes caen en 2014–, la firme postura en materia antiterrorista del actual portavoz popular en la Eurocámara ha dado alas a los denominados marianistas para empezar a preparar su caída.
El debate no es nuevo. Ya en 2008 no fueron pocos quienes alimentaron la teoría de que el jefe del PP movería la silla al veterano político bajo el mantra de la renovación iniciada en el Congreso de Valencia. Surgió, incluso, el nombre de Alberto Ruiz Gallardón. Dicen que Rajoy se lo pensó, que llegó a barajar opciones, pero que al final se decantó por Mayor. Nos enteramos de su candidatura por un mensaje de texto, un domingo en plenas fiestas navideñas. El líder se la jugaba: eran sus primeras elecciones nacionales tras su segunda derrota. Y su equipo creyó que "si perdían podrían echarle la culpa a Jaime y si ganaban el éxito sería compartido", se escribió entonces.
Hoy la historia se repite. De hecho, fue la comidilla en Génova, y también en Moncloa. Se extendió como la pólvora que había "cavado su tumba". Sin embargo, no todos piensan así. Mayor Oreja tiene predicamento, mucho, en sectores clave. La mayoría cree, aunque no se diga en público, que no suele equivocarse en sus predicciones, y cuando él habla el resto calla. Y eso descontando el torbellino interno que provocaría que Rajoy se decantase por el recambio y éste se entendiera como una patada. El protagonista, mientras, guarda silencio. Ya lo hizo entonces, se montó una buena y no pocos perdieron apuestas. Y quienes lo vivieron recuerdan: "Las cosas no han cambiado tanto, en 2014 Rajoy se la volverá a jugar y Mayor podría ser una opción segura".
Por cierto, que me he puesto intenso, ¡bienvenida! Pero es que esta semana política nos vuelve a dejar poco espacio para nuestros chismes. ¿Mucha comida de verano con tus amigos socialistas? ¿Rubalcaba ha podido descansar? Me dicen en Moncloa que eres la envidia, con ese bronceado que luces...
Como sabes, Rajoy ventiló el tema de Bolinaga, vuelvo a la reunión del lunes, poniéndose del lado de su ministro y asegurando que ni negocia con ETA ni va a ceder jamás al chantaje. Y con las mismas puso rumbo a Moncloa a preparar su encuentro con Merkel. Del rescate ya te digo que no es todo euforia en el Gabinete, por mucho que se haya ganado tiempo para seguir negociando y que la prima de riesgo ronde hoy los 400 puntos, cuando en julio tonteaba por encima de los 700. "Estrictas condiciones", dice el BCE. Y en eso estamos. La preocupación viene porque falta mucha información y Rajoy no confía del todo en Monti, que también estudia solicitar la ayuda. Correrán ríos de tinta, ya nos pondremos al día.
Un beso,
Pablo