Los gobernantes deberían aspirar a dejar el país al término de su mandato mejor de lo que lo encontraron. Tampoco mucho. De hecho, con que no empeoren la situación que reciben ya sería suficiente. Este principio básico de la política se cumpliría con el rigor de las leyes de la física si no fuera por la existencia de los socialistas, cuya especialidad es arruinar las cosas importantes a cambio de encandilar a los suyos en lo accesorio.
ZP destruyó la economía española, envió a tres millones de españoles al paro, puso el país al borde de la quiebra y casi se carga definitivamente el futuro de toda una generación, pero a cambio convirtió el aborto en un derecho y las uniones homosexuales en matrimonio. Para la mayoría de sus votantes, lo segundo compensa sobradamente lo primero.
La izquierda irrecuperable, de hecho, ha abandonado al PSOE no por el destrozo zapateril en las cuestiones importantes, sino por no haber protagonizado más estupideces sentimentales de cara a la galería; por ejemplo, enfrentarse a "los mercados" en 2010 declarando el impago de la deuda, que es lo que de verdad hubiera fidelizado a los votantes de izquierdas de ahí a la eternidad. España se hubiera ido a pique pero seríamos los más progresistas del planeta. Como en Venezuela, donde a pesar de las privaciones materiales fruto del desastre bolivariano los fieles del régimen viven en un estado de gran felicidad.
Hasta ayer, los socialistas podían repetir el mantra de que con ZP había menos parados que con Rajoy, argumento tramposo que adjudica al sucesor la responsabilidad del propio destrozo pero que en las tertulias de las cadenas de mucho progreso quedaba bien. Desde que se han conocido los datos de empleo del mes de abril ni ese pretexto les queda, porque la España de Rajoy ya tiene menos paro que estepaís de Zapatero y Rubalcaba.
Por primera vez desde las pasadas elecciones generales estamos mejor que con ZP en términos objetivos. A ver qué nuevo chantaje emocional elaboran ahora esas cabecitas progres para evitar que los votantes que aún le quedan al PSOE huyan en desbandada.