La catástrofe económica, la ruina social y el caos político han hecho de Venezuela una referencia permanente en las páginas de Internacional de la prensa. Ahora también está llamando la atención por un escándalo de corrupción que apunta directamente a la embajada del país caribeño en Irak, donde se habrían vendido pasaportes de la República Bolivariana nada menos que desde el año 2000, durante el primer mandato de Hugo Chávez.
La cadena CNN ha elaborado un reportaje al respecto, en el que ha invertido un año de investigación. Los periodistas encargados del mismo han contado con el testimonio clave de Misael López, consejero de la embajada venezolana en Bagdad entre 2013 y 2015 y hoy residente en España, y de Marco Ferreira, general retirado del Ejército venezolano y director de su Departamento de Identificación y Extranjería en el primer mandato de Chávez. Ambos han proporcionado documentos y testimonios sobre una trama de venta de pasaportes a extranjeros para permitirles libre circulación por buena parte del mundo.
El asunto trasciende la mera corrupción económica, puesto que entre los receptores de esos pasaportes habría terroristas y narcotraficantes. En la actualidad, el pasaporte de Venezuela permite el ingreso sin visado a 130 países, entre los que se encuentran la práctica totalidad de los sudamericanos y 26 de la Unión Europea.
Misael López relató a los investigadores lo que se encontró en su primer día de trabajo en la embajada de Venezuela en Irak:
(…) su nuevo superior, el embajador Jonathan Velasco, lo puso a cargo de un sobre muy especial. "Me entregó un sobre con visas y pasaportes y me dijo: ‘Cuida esto, que tienes un millón de dólares en tus manos’. Luego me explicó que en Irak la gente pagaba mucho por una visa o un pasaporte. Pensé que era un chiste".
El reportaje de la CNN da cuenta también de informes de los servicios de inteligencia de algunos países sudamericanos que involucran al vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, en esta operación de venta de pasaportes a individuos de Oriente Medio, algunos de ellos vinculados al grupo terrorista chií libanés Hezbolá, con fuerte presencia en Sudamérica a través, precisamente, de Caracas.
A mediados del pasado febrero, el Departamento del Tesoro estadounidense incluyó al vicepresidente venezolano en su listado de narcotraficantes internacionales, por lo que se bloquearon sus propiedades en Miami y ninguna persona o empresa de EEUU puede comerciar con él.
La investigación de la CNN pondría de manifiesto la participación de este oscuro personaje en el tráfico ilegal de pasaportes en Oriente Medio, cuestión de tal gravedad que el jefe de Europol se ha referido a ella en los siguientes términos:
Si no tomamos las riendas de este asunto, habrá personas que morirán.