Una de las principales características del movimiento liderado por los universitarios de la Complu es su carácter transversal. Las víctimas de sus políticas, si algún día llegaran a implantarse en España, se agolpan alrededor de los pablemos jurando entregarles su voto en cuanto tengan ocasión. Autónomos, pequeños empresarios, trabajadores cualificados y gente de misa dominical están haciendo que suba en las encuestas como la espuma el partido que promete acabar con todos ellos en cuanto llegue al poder, paradoja que trasciende lo político para exigir un análisis más detenido pero de orden psiquiátrico. No obstante, hay un nicho social que no suele despertar mucho entusiasmo en los responsables políticos y que los pablemos, voraces como ellos solos, no han querido dejar pasar. Me refiero a la aristocracia, la gente bien, el pijerío o la high class. O sea, la jet set, de la que Carmen Lomana es, retirada la Preysler, su representante más cualificada.
Juan Carlos Monedero, en un gesto que le honra, estuvo el pasado día de Reyes tomando el té con un grupo de señoras de la alta sociedad madrileña invitadas por Lomana, para explicarles las claves de la revolución proletaria que quiere llevar a cabo junto a sus colegas de la facultad. En el encuentro se sirvió roscón de Reyes, el dulce típico de ese día, aunque las informaciones son confusas acerca de si Monedero se sirvió una ración o rechazó el dulce haciendo honor a su carácter espartano. En todo caso, el ideólogo de Pablemos ha confirmado que participó en el acto de concienciación política organizado por Carmen Lomana y que, además, las señoras presentes en el mitin le hicieron preguntas muy interesantes.
En contra de lo que muchos puedan pensar, escenas como esta no son infrecuentes en el mundo de la extrema izquierda. En Murcia hay alguna concejala comunista, de familia de muchos posibles, a cuyos mítines va su mamá con las amigas, todas con caros abrigos de visón, para ver a la niña compartir escenario con Llamazares o Cayo Lara. Además hacen proselitismo entre sus amistades, que en este caso es lo que realmente interesa a los pablemos, sobre todo tratándose de un personaje que crea tendencia como la Lomana, a la que deberían nombrar ya secretaria general del Círculo Jet Set Divino de la Muerte. Los votos valen todos lo mismo; y, en todo caso, si la alta burguesía quiere suicidarse, ¿quiénes son los pablemos para impedírselo?