Ahora sí que no puedo decir ni de broma que la carrera me ha aburrido como en Bahrein y de hecho puedo afirmar que es una de las más emocionantes que he visto en mucho tiempo. Creo que este GP de Australia ha mostrado lo mejor de todos los grandes pilotos que están en las mejores escuderías. Desde Button que arriesgó antes que nadie en calzar slicks, hasta Kubica que redondeó una carrera fantástica. Sin olvidar por supuesto a Massa, Alonso, Hamilton y Webber que literalmente volaron sobre el asfalto de Albert Park, aunque los dos Ferrari sufrieron más de la cuenta al final por el desgaste de los únicos neumáticos de seco que utilizaron. Una lástima por el británico y el australiano que perdieron sus posibilidades de podio cuando acosaban al español, que se defendió con uñas y dientes cuando tenía todas las de perder.
No hay duda de que la victoria de Button ha sido completamente merecida, sobre todo porque fue el primero en arriesgar cuando la pista comenzó a secarse mientras los demás prefirieron esperar dos vueltas más (en la 8) para hacerlo. Esa ventaja fue suficiente para ponerse rápidamente arriba -después de todos los turnos de entrada a boxes- y aguantar hasta el final de la carrera, sin cometer ni un error que pusiera en peligro su primer lugar. Aunque también es justo decir que tuvo la suerte del abandono de Vettel que una vez más sufrió un problema en su monoplaza.
Lo de Alonso es evidentemente un enorme mérito, algo que sólo algunos son capaces de hacer. Después de la primera vuelta, muy pocos creíamos que podría lograr remontar hasta el cuarto lugar. Y no sólo eso ya que además se vio obligado a soportar durante casi 10 vueltas el infernal acoso de un Hamilton y un Webber que iban notoriamente más rápido que los demás. Salvando las distancias, me hizo recordar un poco su duelo con Schumacher en aquel recordado GP de San Marino en 2005 cuando aguantó su liderato con unos neumáticos destrozados. Otro que también sufrió fue Massa, que a su vez se defendió del ataque de su compañero de equipo y pudo finalmente subir al podio de este impresionante gran premio.
El que merece también una mención aparte es Robert Kubica que a punto estuvo de quedarse sin mundial ante los rumores en 2009 que apuntaban a un abandono de Renault de la F1. Sin embargo, este domingo en Melbourne lo hemos visto con un coche rápido y como Button, Massa y Alonso, aguantando con un solo juego de neumáticos slicks. El polaco ya demostró en los entrenamientos que iba rápido y este increíble segundo puesto es buena prueba de eso.
En cuanto al incidente de final de carrera, tengo aún dudas y seguro que todos los lectores pueden ayudarme. Lo he visto varias veces y me inclino a pensar que Hamilton se apresura en la maniobra mientras Webber parece frenar algo tarde tal vez esperando que el de McLaren superara a Alonso y así aprovechar para ganar también una posición. Las carreras son así y si Hamilton quería superar al español para después ir a cazar a Massa, era lo que tenía que hacer pese al riesgo que corría.
La verdad es que me cuesta recordar una carrera en los últimos cinco años con tantos adelantamientos como ésta de Australia. El mundial podría ser inolvidable si la F1 nos regala episodios similares en cada gran premio aunque siento decir que lo dudo profundamente. Espero, de verdad, equivocarme en este sentido. Lo bueno es que... ¡ya queda menos para Malasia!
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