Menú

El himno del autónomo

Los transportistas que inician su jornada laboral el domingo por la tarde o el lunes, antes incluso que el programa de Federico, y la terminan el viernes por la tarde o el sábado, se deben partir la caja con la limitación de la jornada laboral.

Con el asunto del alcalde de Getafe, una se entera de que Ciu está representada en la Federación Española de Municipios y Provincias; llevo tres días buscando en Google en qué capital de provincia gobierna Ciu y por capital de provincia no me viene nada, que diría la operaria. Perdón, qué memoria la mía, gobierna en la Diputación de Tarragona con el apoyo del PP. Aquí ya no vale ni la fe pública notarial. El cargo mueve montañas, más que la fe. De todas formas, hay rumores de que ante la posición del amigo Trias en el Ayuntamiento de Barcelona sobre la inquisición lingüística, el PP va a exigir la revisión del pacto provincial y de que si no ceden van a pasar a la oposición y les van a dejar en minoría; como el PSC con el PSOE, para entendernos. Por un lado, Alberto Fernández partiéndose la cara en Barcelona, y por otra, el PP apoyando a Ciu en Tarragona.

Hablando de la Federación Española de Municipios y Provincias, poca legitimidad tiene el PP para quejarse del alcalde de los alcaldes, si no es un pelín más severo con las declaraciones de don Manuel Fraga, además de hacer creer que no dijo lo dijo, o que lo dijo, pero que no quería decirlo. Las declaraciones de Fraga perjudican a su partido y a los no nacionalistas que no son de su partido, aunque al señor Gallardón le hicieran mucha gracia. Y no creo que tengan nada que ver con la edad; yo diría lo mismo aunque el señor Fraga tuviera veintiocho años, para hacer veintinueve esta semana. Sorprende que el PP sea muy duro con algunos y muy comprensivo con otros.

No me voy a poner a defender a los nacionalistas, pero es evidente que todo lo malo que yo les puedo desear se reduce a que pierdan las elecciones y que pasen del millón y pocos votos que tienen, a menos de quinientos mil. En estas fechas navideñas, es bueno que el nacionalismo vuelva al hogar y allí se quede.

Después de esta breve introducción, siento no participar de la euforia por la votación en el Parlamento Europeo relativa a las sesenta y cinco horas laborales. Las declaraciones del eurodiputado socialista Alejandro Cercas, sobre la victoria parlamentaria, me vienen estupendamente para el artículo de esta semana; además de soltar el rollo sobre la Europa social, dijo que el Parlamento había puesto fin a un delirio ultraliberal. Los autónomos han recibido con alborozo y muestras generalizadas de alegría las propuestas europeas en defensa de sus derechos; perdón, que no hay propuestas. Por ejemplo, los transportistas que inician su jornada laboral el domingo por la tarde o el lunes, antes incluso que el programa de Federico, y la terminan el viernes por la tarde o el sábado, se deben partir la caja, o en su defecto el níspero, con la limitación de la jornada laboral. ¿Las horas de descanso obligatorio en el área de Alfajarín se consideran vacaciones? Por no hablar de la nula protección asistencial. Como dice el himno del autónomo que ronda por internet, quiero morirme, quiero morirme, quiero morirme y descansar.

Cualquier regulación al margen de la mitad de los trabajadores –porque tan trabajador es el autónomo como el que lo hace por cuenta ajena– es un canto a la demagogia, aunque sea europea y social.

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura