Durante los últimos veranos, en plena crisis económica y con la plana mayor de la competición lejos de poder competir con los dos grandes del baloncesto nacional, el mercado de fichajes ACB trajo la sensación de que el Real Madrid superaba a su eterno rival, el Barcelona. Rudy Fernández o Jaycee Carroll fueron confrontaciones directas en las que los blancos vencieron a su eterno rival, y en general, los de la capital de España solían salir del periodo estival con la sensación de recortar la ventaja (al comienzo de la era Laso), o incluso de incrementarla respecto a los culés, aunque luego la cancha no siempre dicte lo que parecen los nombres. Sin embargo, este año, el Fútbol Club Barcelona ha sido el claro dominador del periodo veraniego, incorporando jugadores del calibre de Tibor Pleiss, Tomas Satoransky o Justin Doellman, actual MVP de la competición, más un Deshaun Thomas que cubre la baja inesperada de Kostas Papanikolaou, con destino a la NBA. Enfrente, el Real Madrid, parecía que acusando el varapalo de los últimos meses de la pasada temporada, no había convencido especialmente con sus incorporaciones que, entre otras cosas, demostraban cierta desconexión entre los deseos de Pablo Laso y las añadidos finalmente realizados. Campazzo, Nocioni, KC Rivers o Jonas Maciulis no terminaron de ser nombres que ilusionaran plenamente a la afición blanca, muy tocada tras el varapalo de la Euroliga y Liga perdidas hace apenas unos meses. Por eso, en plena Copa del Mundo, y consciente del equipo descomunal que se había montado el Barcelona, los despachos de Concha Espina decidieron mover ficha: había que incorporar un pívot para dar el salto de calidad.
Comenzaron a saltar nombres a la palestra. Luis Scola, un sueño imposible, aún con un elevado contrato en los Indiana Pacers. Hamed Haddadi, interesante pero demasiado pesado para un equipo como el de Laso que quiere seguir jugando a toda pastilla. Miroslav Raduljica, al que Sasha Djordjevic ha conseguido centrar en la Copa del Mundo para llevar a Serbia en la final, pero que fichando en China ha demostrado que el nivel competitivo está para él muy por detrás del número de ceros de su cuenta corriente. Pero había un nombre en la cabeza de muchos, especialmente desde que Sergio Valdeolmillos, hasta hoy mismo seleccionador mexicano, destapara la liebre en un Tirando a Fallar a mediados del mes de agosto, de que Gustavo Ayón se iba a convertir en agente libre sin restricciones, liberándose de su compromiso con el Barcelona, poseedor de sus derechos en la liga española. La única duda de que el Titán de Nayarit era el perfil perfecto para el equipo de Laso en ese momento podía ser su estado físico, con sus hombros castigados y de hecho uno de ellos operado el pasado mes de febrero. Tocaba esperar a ver cómo competía en la Copa del Mundo, aun con el riesgo de que alguien se adelantara y fichara al norteamericano. Pero el Real Madrid decidió esperar y, tras ver el sensacional rendimiento del pívot en el torneo, se lanzó a por él, consciente de que difícilmente iba a encontrar un mejor jugador sin compromiso cerrado a esas alturas del mes de septiembre.
Ayón es un pívot de 207 centímetros que a sus 29 años se encuentra en su madurez deportiva. Ya en su paso por Fuenlabrada tuvo una meteórica progresión que le llevó a quemar etapas de forma voraz. La temporada 2009-10 la inició en el Illescas de Adecco Plata, equipo vinculado al Fuenla y donde apenas estuvo un mes antes de que el Tenerife de Adecco Oro solicitara sus servicios para la categoría superior, donde promedió casi 10 puntos y 7 rebotes, lo que llevó al Fuenlabrada a contar con él en su primer equipo en la 2010-11. Y a fe que no se arrepintieron en el Fernando Martín de tal decisión.
El mexicano pasó a convertirse en uno de los mejores pívots de la ACB, buen defensor pero especialmente determinante en ataque, donde su potencial físico y su capacidad para jugar cerca del aro, dominando como nadie la línea de fondo, le permitieron convertirse en el Jugador Revelación de la liga. La temporada siguiente, su crecimiento no hizo más que continuar, y tras confirmarse como una de las estrellas del campeonato, la NBA llamó a sus puertas y los New Orleans Hornets le hicieron hueco en su plantilla en diciembre, a cambio de una buena suma económica para el Fuenlabrada. Ahora, tras tres temporadas, el mexicano vuelve a la ACB. Más maduro, con mayor conocimiento del juego y dispuesto a demostrar que está preparado para el siguiente nivel, al que llegan los que luchan por los títulos nacionales y continentales.
Con Ayón el Real Madrid ficha un complemento perfecto a lo que ya tiene. Su capacidad física le permitirá sin duda jugar al elevado ritmo que Pablo Laso pide a su equipo, y mejorar a los blancos en una de sus principales carencias, el rebote defensivo, donde tanto daño le hizo por ejemplo el Barcelona en la pasada final de liga. Además, no es un jugador ni mucho menos lento, por lo que la defensa de los temidos pick&roll centrales, donde tanto sufrieron los madrileños en las dos finales de Euroliga perdidas ante Olympiakos y Maccabi, debería mejorar. En ataque, será un gran complemento para Bourousis y Mejri, su competencia en el puesto de '5'. Mucho más rápido que el primero y más explosivo cerca del aro por su mayor potencia, sí es peor tirador que el griego, aunque domina bien el lanzamiento desde la media distancia. Y obviamente mucho más contrastado como pívot de alto nivel que el tunecino, del que muchos esperan que esta temporada confirme todo lo mostrado con cuentagotas la pasada campaña.
Ayón, en determinadas circunstancias, también podría ocupar el puesto de '4', quizá con Nocioni jugando algunos minutos como alero. Será cuando Laso decida jugar claramente con dos interiores, algo que no se ha visto habitualmente en los últimos años. Y es que no cabe duda de que la incorporación del Titán enriquece sobremanera a una plantilla ya de las mejores de Europa, cubriendo alguna de sus carencias. Afición y la prensa especializada ahora sí piensan que el Madrid quizá no haya perdido por goleada en el mercado de verano. Ayón es una estrella interior para el Real Madrid. Que empiece el juego.