Nos ha dejado Margaret Thatcher. La que fuera primera ministra británica entre 1979 y 1990 deja una huella imborrable en la historia del siglo XX y un vacío insustituible como referencia política liberal-conservadora del mundo occidental.
Lady Thatcher cambió el rumbo del Reino Unido. Transformó ideológicamente la mayoría social británica. Lideró la sustitución del intervencionismo, el estatismo y la resignación laborista frente a la crisis económica y social británica de los setenta por una apuesta ideológica y política a favor de la libertad y de confianza en las posibilidades de cada ciudadano.
Los enemigos de la libertad jamás le perdonaron su implacable defensa de los postulados liberales y la victoria intelectual y política que se cobró frente al socialismo. El Muro de Berlín no cayó, sino que fue derribado, y el derribo fue el producto de la batalla ideológica que protagonizaron Margaret Thatcher y Ronald Reagan, los dos líderes políticos occidentales más carismáticos de la segunda mitad del siglo XX, frente al socialismo, y que culminó con la victoria de las ideas liberales.
Tuve el placer de compartir una tarde con Margaret Thatcher, en su domicilio del barrio londinense de Belgravia, acompañando al presidente Aznar, allá por 2011. Hicimos entrega a Lady Thatcher del II Premio FAES de la Libertad. Éramos muy conscientes de que, dado su delicado estado de salud, ese rato que nos dedicaba era un privilegio. Los que hemos declarado públicamente nuestra admiración hacia su figura la echaremos de menos.