El Gabinete de José Luís Rodríguez Zapatero se encuentra aquejado por diversos males patentes ante una cada vez más atónita opinión pública empezando por el jefe de filas de las cuentas públicas. El soporífero Pedro Solbes anda estos días dando cabezaditas por las esquinas. Cuentan sus próximos, por lo bajini, que el vicepresidente está afectado de una narcolepsia o lo que es lo mismo, un estado patológico caracterizado por accesos irresistibles de sueño profundo que le llevan a trasponerse, ya sea en el escaño o de pie ante un micrófono.
Además, a sus 66 años el pobre máximo responsable de la Economía ha comenzado hace tan sólo unos días a tener uso de razón, y tiene auténticos problemas sobre lo que nunca ha negado. Lo que único claro por el momento es que a Solbes el déficit, la inflación, el desplome del ladrillo o de la industria, el euribor más alto de la historia o el paro no le quitan el sueño.
De la modorra del megaburócrata a la amnesia de miss Aviaco. Nos referimos naturalmente a la ministra de Fomento. Tan acostumbrada a volar gratis total, ha descubierto que "Barajas es mú gande" (sic) al producirse la tragedia del mayor accidente aéreo de los últimos años que ha acabado con la vida de 154 personas. Y es que Magdalena Álvarez, tras su esperpéntica intervención parlamentaria de agosto, acudió a una entrevista con María Teresa Campos en La Mirada Crítica, y cuando la periodista le preguntó: "Usted estuvo ayer en el Congreso, ¿Qué es lo que dijo?", la respuesta de la titular de Fomento fue taxativa: "No me acuerdo". Contestación ésta que ya se ha convertido en un clásico en los Nuevos Ministerios, amén del matonismo "Eso me lo dice usted en la calle".
¿Y qué decir de la ministra Fistro, silente ella ante la soez y machista apología de la prostitución del presidente de la Comunidad de Cantabria? Cuentan las malas lenguas que cuando Aído volvió a Cádiz, su peluquera de toda la vida le dijo: "ya te quería ver yo Bibi, ¡que no sepas que el femenino de miembro es shosho!"
No vean la que ha liado el intransigente ministro Corullo. Es vox populi que este verano ha traído al retortero al personal exigiendo a troche y moche en todos los lugares en los que paraba que se quitasen los aires acondicionados en su presencia. Eso sí, es un gobernante rebién porque va a solucionar la crisis energética regalándonos un par de bombillas a cada ciudadano y ciudadana y ha arreglado el país con 18 coches eléctricos.
En el palacete de Castellana andan, sin embargo desconcertados. Donde antes se veían proyectos de zulo y duchas con la novia en estricto cumplimiento del Estado de Derecho, ahora sólo encuentran peligrosos terroristas armados hasta los dientes. Y un poco más allá, en La Moncloa, están seriamente preocupados porque la vicefashion victim, colgada ella en el perchero de su megavestidor, parece que se ha tragado una percha de tanta bronca que le echa al personal.
Por cierto, ojo con algunos de los restantes miembros del Gabinete Z no vayan a salir en las listas de desaparecidos del juez Garzón por su absoluta inexistencia e insignificancia en sus quehaceres ministeriales. Y no miramos a nadie en los fondos marinos rurales o mediopensionistas o en cualquier otro de los restantes. Claro que con un presidente patológicamente adanista y mentiroso, ¿alguien piensa en su sano juicio que a alguno de los máximos mandatarios españoles no es como para inhabilitarlos?