El ministro del Interior ha sacado de nuevo su ingeniosa y particular elocuencia y ha administrado hoy una nueva dosis de dopaje a los españoles, ávidos de tal propaganda gubernamental. Si Jesús Eguiguren abogaba este fin de semana por un "acuerdo intermedio" que lleve a la "desaparición de ETA como movimiento armado"(sic) Pérez Rubalcaba ha sentenciado que esa frase del presidente de los socialistas vascos "tiene 48 segundos" y se ha quedado tan pancho.
La fábrica de manipulaciones y mentiras con sello en La Moncloa y Ferraz tiene las patas muy cortas, empezando por las exclusivas filtradas a la prensa adicta. Veamos, ¿cuántas horas de engaño tienen "Las 66 citas del diálogo con ETA", título textual del catálogo de encuentros traidores del Partido Socialista y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, relatados con pelos y señales seis meses después del fin de la "tregua" por el diario amigo de Roures? ¿Y qué decir del cuadernillo especial publicado el 10 de junio de 2007 por El País en el que se narra de nuevo la versión oficial gubernamental de una "tregua resultado de un largo diálogo secreto entre el Gobierno y la banda terrorista", mil veces negado hasta entonces por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero?
Queda claro pues, según sus propios medios de comunicación colaboradores en la ejecución del engaño masivo en la primera legislatura de Zeta, que desde que el leonés llegó a la secretaría general del PSOE se instauró el doble juego, la traición y el engaño permanente a los españoles y a algunos de los partidos políticos, amén del ultraje a las víctimas. Y no sólo eso.
Zapatero asumió la existencia de "un conflicto político" elevando a la categoría de interlocutor válido a la ETA. Le sobraron las 66 citas porque en 48 segundos desde el minuto uno de sus pactos con los terroristas volatilizó el Estado de Derecho al antojo etarra.