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Guillermo Dupuy

¿Y no será que Zapatero quiere a Rubalcaba?

Lejos de estar enfrentados, Zapatero y Rubalcaba –ambos– están preparando un café sin cafeína; esto es, unas primarias a las que sólo concurra Rubalcaba. Ojalá les surja un Borrell

Es cierto que Zapatero se ha opuesto a la celebración de un congreso, tal y como el que, lamentablemente sin más pretensiones, proponen los barones partidarios de Rubalcaba como medio para convertirlo en nuevo secretario general y candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Pero una cosa es que Zapatero insista en dar un aire democrático a la designación de su sustituto mediante la celebración de unas primarias y otra, muy distinta, que se oponga a que su sucesor sea su actual vicepresidente. En mi opinión, Zapatero pretende (al margen de aferrase al poder hasta el último día) realizar un simulacro de primarias para designar a un candidato que él ya ha elegido de antemano y que es el propio Rubalcaba. Vamos, lo mismo que pretendió hacer con Trinidad Jiménez como candidata a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid, pero esta vez sin espontáneos.

Hay medios de comunicación, sin embargo, que nos presentan a Rubalcaba y a Zapatero como enfrentados. Yo no digo que Rubalcaba no prefiera evitar los riesgos que entraña un proceso mucho más abierto y menos sujeto a su control como son unas primarias. Pero eso no tiene por qué significar que Zapatero se empeñe en las primarias como medio de cortarle el paso. Precisamente porque Zapatero ya se sabía muy débil y desprestigiado en el partido, tomó la decisión de no volver a presentarse. También sabe que tendrá que renunciar a la secretaria general del partido. Pero precisamente por ello tiene ya poco que perder.

A pesar de que ahora Zapatero está aun más débil y más desprestigiado, la decisión de cuándo convoca las generales sigue siendo enteramente suya. Y desde luego Rubalcaba no creo que tenga el más mínimo interés en adelantarlas.

Al margen de esto, ¿quién sino Zapatero había pedido días atrás a Carme Chacón que aparcara su pretensión de concurrir a las primarias? ¿Se cree alguien que Zapatero se ha visto ahora contrariado por el anuncio de Chacón de que efectivamente arroja la toalla?

Por otra parte, ¿quién sino Zapatero ha otorgado a Rubalcaba el mayor poder que haya tenido un ministro en toda la historia de la democracia? ¿Acaso no fue esa decisión de Zapatero la que llevó razonablemente a muchos a pensar que también lo había elegido como su delfín? ¿A qué viene entonces decir ahora que Zapatero ha sido traicionado por Rubalcaba? ¿En qué ha sido traicionado? Una cosa es que a Rubalcaba le interese aparecer ahora como distanciado de Zapatero, cosa que éste es el primero en aceptar, y otra muy distinta que medios de comunicación propaguen esa mascarada basada, como mucho, en engañosas confidencias.

Por el contrario, yo lo que creo que es que Zapatero y Rubalcaba –ambos– están preparando un café sin cafeína; esto es, unas primarias a las que sólo concurra Rubalcaba. Ojalá les surja un Borrell.

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