Pocas noticias han puesto tan gravemente en evidencia la complicidad del Gobierno de Hugo Chávez con los terroristas de ETA y de las FARC como las que se han producido este lunes. Por un lado, se ha confirmado que el tercer arrestado en Francia este domingo en Francia en la operación contra el jefe de ETA es José Lorenzo Ayestarán, alias "Fanecas", el mismo etarra al que Hugo Chávez se ha negado reiteradamente a extraditar a España, el mismo al que llegó a ofrecer la nacionalidad venezolana en diciembre de 2006, el mismo al que ahora le ha facilitado su vuelta a la "lucha armada" permitiéndole salir de Venezuela.
Por otro lado, el auto del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, denuncia abiertamente la "cooperación" del Gobierno venezolano en la alianza entre ETA y las FARC con el objetivo de poder asesinar en España al presidente colombiano, Álvaro Uribe, y su antecesor, Andrés Pastrana, así como contra otros dirigentes suramericanos. El auto revela además que militares venezolanos escoltaron a etarras que iban a impartir "cursillos" a las FARC en 2007, y cómo uno de los etarras procesados e implicados en esa alianza, Arturo Cubillas Fontán, fue designado por Chávez para ocupar un alto puesto en su administración.
Ante estos hechos no sabría decirles qué me causa más repugnancia, si la propia y acreditada complicidad del régimen chavista con los terroristas, o la fingida e hipócrita "sorpresa" con la que fuentes del Ministerio de Exteriores español han acogido las noticias. ¿Nos quiere hacer creer el Gobierno de Zapatero que no tenía constancia de la protección que Hugo Chávez ha venido brindado a los etarras deportados o huidos a su país y las veces que ha denegado su extradición? ¿De verdad pretende el Gobierno de Zapatero que creamos que hasta este lunes no sabía que uno de los etarras que estaban siendo procesados en la Audiencia Nacional había formado parte de la administración del régimen chavista?
Por otra parte, por nuevas y graves que sean estas últimas noticias, hemos de recordar que la complicidad de Chávez con los terroristas de las FARC y de ETA está acreditada desde hace años. Recuerdo que a finales de 2004, con ocasión de la "diplomática" acusación televisada que hizo el ministro Moratinos contra nuestro anterior presidente de Gobierno, José María Aznar, al que acusó de apoyar el "golpe" contra Chávez, el diario El Mundo publicó cómo la policía española tenía pruebas de los vínculos de cooperación que desde 1999 unían a ETA y a los Círculos Bolivarianos, fuerzas paramilitares de apoyo a Chávez.
Más recientemente, el diario ABC publicaba el pasado 28 de diciembre cómo Chávez acaba de crear en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano, una plataforma que tiene entre otros objetivos confesos el de dar cobertura y enaltecer "la lucha de la izquierda abertzale", al mismo tiempo, que el de arremeter contra "el imperalismo español". Entre los 30 delegados que asistieron a la asamblea constituyente de esta plataforma, a la que se sumaron miembros de la Farc y contra la que la Fiscalía colombiana ha abierto diligencias, estaba el conocido enaltecedor del terrorismo etarra e islámico, Iñakí Gil de San Vicente, quien también ha sido recientemente señalado por los Servicios de Información de Colombia como enlace entre las Farc y el "MLNV".
Así las cosas, yo les pregunto a ustedes, ¿qué les parece más grave, que el Gobierno de Chávez sea uno de los principales, por no decir el principal, protector internacional de ETA o que el Gobierno de Zapatero finja ignorarlo?
Incluso ahora, el Gobierno de Zapatero, lejos de llamar inmediatamente a consultas a nuestro Embajador en Caracas y de hacer todo lo posible para que el gobierno de Chávez sea excluido de la próxima cumbre UE-América Latina, se ha limitado pasivamente a quedarse "a la espera" de unas explicaciones.
Y es que, por nuevas y gravísimas que sean las evidencias de la complicidad entre el gorila rojo y la serpiente etarra, todo apunta a que el Gobierno de Zapatero volverá a hacer el avestruz.