Parece ser que muchos actores ya están calentando la ceremonia de los Goya para arremeter contra la política del Gobierno con diversos comunicados. El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho recela del activismo político de los artistas, no tanto porque lo considere injustificado hacerlo durante la gala como por lo que pueda beneficiar a un "sector duro del PP" que, según él, "estaría encantado de que desapareciéramos". Para González Macho,
en los Goya nos jugamos mucho, porque lo que más le gustaría al sector aznarista del PP es montara una buena en la gala para justificar que "no se puede con estos".
Mucho se podría decir de la hipocresía y del sectarismo de estos actores que sólo parecen tener conciencia social y necesidad de dar su opinión "acerca de lo que sucede a su alrededor" cuando la crisis, el paro, los recortes o los desahucios se producen bajo Gobiernos del PP. Pero no menos criticable es la despectiva y politizada referencia del presidente de la academia hacia el sector "duro" y "aznarista" del partido al que, le guste o no, una mayoría de españoles –entre los que no me encuentro– han dado responsabilidades de gobierno.
La cuestión, en cualquier caso, es que muchos españoles –entre los que sí me encuentro– estamos hartos de esa falsa cultura que sólo destaca en el arte de vivir a costa de los demás. De lo que estamos hartos es de que estos artistas se aprovechen del dinero público para descalificar al partido político al que una mayoría de contribuyentes ha elegido en las urnas. De lo que estamos hartos es de que en el PP haya un sector tan blando, tan sumamente blandito, como para estar dispuesto a seguir financiando un activismo político dirigido contra su propio Gobierno. Si les va el masoquismo, que se lo paguen de su bolsillo.