El 31 de enero de este año una personalidad relevante proclamó entusiasmada: ¡Viva el pueblo, la paz y Latinoamérica! No era Cristina Fernández de Kirchner ni Evo Morales ni Chávez. Era Mahmud Ahmadineyad presidente de la República islámica de Irán.
La pronunció, en español en el original, en la ceremonia inaugural en Teherán del lanzamiento del canal por satélite Hispan TV. Esta cadena viene a completar los medios Al Alam y Press TV que en árabe e inglés respectivamente pretenden manifestar las posiciones del régimen iraní por medio mundo. Hispan TV, establecida en España, se transmite a Europa y toda América incluyendo Estados Unidos mediante el operador de satélites español Hispasat, participado aproximadamente en un 25% por el Estado.
El canal fue lanzado por la Difusora de la República Islámica de Irán, IRIB, según sus siglas en inglés. Es el empeño propagandístico global en español más ambicioso jamás intentado. Su programación, de 24 horas al día, cuenta con 12 telediarios transmitidos desde Teherán, documentales y debates; y series y largometrajes iraníes doblados al español.
Su finalidad es diseminar propaganda anti-occidental promoviendo un mensaje anti-cristiano y anti-judío. Irán ha probado esto antes en otros idiomas. Su cadena en inglés fue prohibida en el Reino Unido y en Alemania, eliminándose el canal Press TV de la plataforma de servicios del proveedor satelital Astra.
En Hispanoamérica, en cambio, Irán ha hecho amistades con lo mejor de cada casa. El lanzamiento televisivo sigue a la ronda triunfal que dio Ahmadineyad a la región en enero visitando a Raúl Castro en Cuba, Chávez en Venezuela, Ortega en Nicaragua y Correa en Ecuador. Allí concretó el plan de lanzamiento y emisión para toda la zona.
No se trata solo de propaganda y desinformación anti-occidental, sino que Hispan TV procura defender el controvertido programa nuclear iraní contradiciendo los datos aportados por los inspectores internacionales de la ONU. Pero hasta un arma nuclear tiene un alcance, mientras que la difusión del odio iraní se dirige a la formación de opinión de masas con intención ideológica sin parar en gastos ni fronteras geográficas.
Mientras sus terminales mediáticos afirman todo lo contrario, la República islámica patrocina la organización terrorista Hezbolá, la banda criminal Hamas y es hoy el principal apoyo del gobierno Sirio de Asad que alcanza estos días los diez mil muertos. Sostiene decenas de células terroristas por medio mundo, activándolas a placer la Guardia Revolucionaria. Desafía a las instituciones internacionales con un programa nuclear con intenciones armamentísticas. Así que la pregunta es ¿qué diantres hace un satélite español difundiendo esta porquería, después de que alemanes y británicos la hayan prohibido?