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Emboscada en el Mavi Marmara

Lo que está fuera de toda duda es que los activistas atacaron violentamente a los israelíes, que éstos no se lo esperaban y que el caos se apoderó de la nave.

Enviar ayuda humanitaria a Gaza es bastante fácil. Los israelíes tienen canales para ello: el único requisito es cumplir los requisitos legales, que incluyen –al igual que lo hacen en Egipto– la inspección para que los cargamentos no incluyan armamento para Hamás. Por ese bloqueo, la banda terrorista se ve obligada a utilizar los famosos túneles en la frontera sur. 15.000 toneladas de ayuda humanitaria entra cada semana desde territorio israelí. Más aún a lo largo del año.

No es esto lo que pretendía la flotilla pro-islamista interceptada con resultados trágicos la pasada madrugada. Los organizadores –unos islamistas turcos– se negaron a que se descargara y revisara el cargamento antes de llevarse a Gaza. ¿Por qué, si sólo había ayuda humanitaria?. Pretendieron llegar al puerto pese a saber, primero, que está terminantemente prohibido; y segundo, que los israelíes lo iban a impedir, como han advertido hasta minutos antes del ataque. La violencia estaba asegurada. Pese a todo, la flotilla ha buscado el enfrentamiento con los israelíes, lo que explica la masiva presencia a bordo de activistas radicales de extrema izquierda y de islamistas y activistas relacionados con Hamás. Ninguno de éstos ha mostrado interés alguno en que el cargamento llegue a los palestinos: el interés era un enfrentamiento con los israelíes cantado desde hace días: no era la ayuda, sino la propaganda violenta lo que viajaba en los barcos. En este sentido, lo han conseguido, pero con un resultado trágico, porque ya sabemos que hay varios muertos.

Por parte israelí, los problemas se veían venir desde que se observó la perfecta organización turca de la flota y la habitual cobertura de los medios de comunicación. La encerrona se olía a distancia; ceder a los islamistas hubiese sido un pésimo precedente, además de peligroso, y asaltar los barcos daría una pésima imagen. Día a día, los barcos proislamistas se acercaban más y más, pese a los avisos públicos. Así que de madrugada, uno por uno, los soldados israelíes comenzaron a subir a los barcos y tomar control de los puentes de mando.

Todo iba según lo previsto hasta que le llegó el turno al barco más grande, el "Mavi Marmara". La operación era la más arriesgada, porque en el barco había 600 activistas y desde él se dirigía la operación de penetración en las aguas territoriales israelíes. El abordaje se realizó por medio de helicópteros, en las partes más sensibles de la nave. Pero a diferencia de lo ocurrido en los otros barcos, aquí el recibimiento fue profundamente hostil, sorprendiendo a los israelíes. Varias decenas de activistas, perfectamente organizados, atacaron a los soldados tan pronto como éstos pusieron pie en cubierta, con bates, palos y cuchillos. Se llegó al combate cuerpo a cuerpo entre las unidades israelíes y los activistas turcos; en un momento determinado, éstos consiguieron arrebatar armas de fuego a los israelíes, y comenzó el tiroteo. El resultado, activistas muertos –unos diez, aproximadamente– y cuatro militares israelíes heridos, alguno por arma de fuego. Posteriormente, las IDF controlaron la situación, evacuaron a los heridos a los hospitales israelíes y dirigieron el barco a puerto.

¿Qué ha ocurrido? De hacer caso a las fuentes turcas y palestinas –que son las que están nutriendo a nuestros medios de comunicación–, los israelíes entraron disparando en el barco contra pacifistas "que mostraban banderas blancas" –literalmente–, asesinando a muchos de ellos. Nos tememos que esta historia, además de manipulada, es profundamente antisemita, una vez más. Los israelíes, por su parte, hablan no sólo de un intento de linchamiento cuando los militares recorrían el barco, sino de la aparición de armas de fuego en un momento determinado del enfrentamiento. Otras fuentes hablan de profesionales emboscados en el barco que llevaron a cabo tácticas de guerrilla. En cualquier caso, lo que está fuera de toda duda es que los activistas atacaron violentamente a los israelíes, que éstos no se lo esperaban y que el caos se apoderó de la nave.

Será necesario analizar la responsabilidad turca en la emboscada del "Marvi Marmara". La flotilla está organizada y financiada por un grupo islamista turco aliado de Hamás, la Insani Yardim Vakfi de Estambul. Los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad occidentales la consideran estrechamente relacionada con el terrorismo islámico; activistas de extrema izquierda occidentales y de organizaciones proislamistas completan la expedición. Además, la flotilla ha contado con el apoyo material turco antes de salir hacia Israel, así como con cobertura diplomática del gobierno de Erdogán, que encabeza las críticas. Habrá que identificar a los activistas turcos que viajaban en el barco, porque no pocos hablan de milicianos islamistas o incluso militares. Y por otro lado está la presencia a bordo de un equipo de televisión turco que ha retransmitido en directo el enfrentamiento: los turcos han controlado la operación mediática desde el principio, proveyendo de imágenes y testimonios directamente desde el barco.

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