Hace unos días aparecieron unas informaciones relativas a la pericia de explosivos del 11-M ordenada por el tribunal que juzgó a los 29 imputados en el incalificable sumario instruido por el juez Del Olmo.
Durante estos días se ha publicado un libro titulado Titadyn, supongo que con el objetivo de poner al alcance del público en general y de los especialistas en particular, el trabajo realizado por ocho químicos y sobre todo lo descubierto respecto al tipo de explosivo utilizado en los atentados. Y ello a pesar de haber partido, para realizar este trabajo, de sólo veintitrés muestras procedentes de los focos, ya que carecían de cadena de custodia y que, para colmo de incongruencias, las muestras recibidas habían sido lavadas con agua y acetona (salvo una, la M-1 que se trataba de un polvo de extintor). Además, no venían acompañadas de los líquidos de lavado ni de los resultados analíticos obtenidos en el laboratorio de los Tedax; lo que es práctica habitual cuando se transfieren muestras entre laboratorios en condiciones similares a las referidas entre el laboratorio de los Tedax y el de la policía científica.
Supongo que tengo derecho a intervenir en este asunto, por dos razones:
- La primera porque mi hijo perdió la vida a causa de un explosivo del que desconocemos la naturaleza
- La segunda por haber pasado tres meses y medio de mi vida participando en la pericia encargada por el tribunal.
Me parece de justicia reconocer que tanto los medios puestos a disposición de los peritos como las relaciones entre nosotros fueron adecuadas desde el primer momento. Sólo cuando los hechos probados analíticamente no coincidieron con el guión preestablecido surgieron discrepancias insalvables que llegaron a modificar totalmente el objetivo propuesto por el jefe de la pericia en la reunión inicial, que consistía en llegar por consenso a la interpretación de los resultados que se obtuvieran.
He de hacer una observación sobre las muestras y es que la mayor parte de las mismas eran muestras intactas, es decir, no explosionadas y recogidas de lugares alejados de los focos de explosión tales como la furgoneta Kangoo y la bolsa aparecida en la comisaría de Vallecas, los explosivos de Leganés y los recogidos en las vías del AVE en Mocejón (Toledo). Toda estas muestras tenían el común denominador de ser Goma 2 ECO y en el caso de la muestra de la furgoneta Kangoo se apuntó un resto de un cartucho con la denominación de muestra patrón.
Habitualmente, las muestras patrón existen o son adquiridas por los laboratorios analíticos o suministradores especializados, normalmente desconocidas por los demandantes de análisis.
En la pericia se utilizaron dos muestras de explosivo como muestras de referencia, pero no se trataban de muestras patrón: una de Goma 2 ECO que estaba en el laboratorio de la Policía Científica y otra de Titadyne suministrada por la Guardia Civil (esta última fue la única muestra recibida en la pericia con los documentos que avalaban la cadena de custodia).
Como anécdota, he de resaltar que la utilización de estas dos muestras de referencia fue aceptada por unanimidad en la reunión inicial de la pericia. La muestra de Titadyne se pudo analizar gracias a la colaboración de la Guardia Civil, pues el aprovisionamiento por parte de la Policía no fue posible a causa de una explosión en la fábrica francesa de dicho producto. Si la memoria no me falla, en una de las reuniones plenarias durante la pericia, el director propuso eliminar del programa el análisis del Titadyn, los peritos de parte nos opusimos frontalmente a esa propuesta y preguntamos las razones para cambiar el programa inicial de trabajo. La respuesta recibida fue que el Titadyn contenía nitroglicerina y que ésta era un explosivo muy controvertido (creo que si las grabaciones filmadas permanentemente en pericia están intactas tendremos ocasión de visualizar esta anécdota).
Como con las muestras, con los análisis realizados y los resultados obtenidos no se pudo determinar con precisión la naturaleza del explosivo o los explosivos utilizados por los terroristas y se propuso realizar unos ensayos que nos permitieran reproducir los análisis de los explosivos presentados (la Goma 2 ECO y los restos de las muestras procedentes de los focos después de ser lavadas con agua y acetona). No se nos dio respuesta a dicha petición.
Respecto al informe final, está al alcance de todos que la propuesta inicial del director de la Pericia de consensuar la interpretación de los resultados no se pudo llevar a término porque los dos explosivos imprevistos en los análisis (DNT y NG) no lo permitieron.
Cada lector puede sacar sus propias conclusiones después de leer estas líneas, pero mi opinión personal es que había una voluntad clara y determinada de impedir que la verdad de los explosivos utilizados trascienda a cualquier organismo, medio de difusión, público en general y víctimas. Desgraciadamente, la mayor parte de los sectores citados no han mostrado el mas mínimo interés en dirigir investigación alguna para describir el explosivo, que con los datos existentes a día de hoy ni fue "Goma 2 ECO y vale ya" ni "da igual el tipo de explosivo" que sea, según palabras de la Fiscalía.
Como se tomaron muestras por parte de los Tedax y existen 93 toneladas de material cuyo paradero desconocemos, me cabe la esperanza de que un día no muy lejano se pueda poner en evidencia la naturaleza del explosivo y de los artefactos utilizados para la matanza, algo que, sin embargo, parece no importar a la mayoría de los ciudadanos.