Esta semana pasada, José Luis Rodríguez Zapatero nos sorprendió a todos cuando, en el Senado, dijo que una mayoría de españoles estamos de acuerdo con que nos suban los impuestos.
Nos gusta que la patria se fragmente,
nos gusta que los jueces prevariquen,
nos gusta que en las aulas intoxiquen
y aborte sin control la adolescente.
Nos gusta que se aparte al disidente,
nos gusta que los gastos se tripliquen,
nos gusta que las cosas se compliquen
y esté en el desempleo tanta gente.
Nos gusta que gobiernen los capullos,
nos gusta que se monten sus chanchullos
y actúen como déspotas y amos.
Nos gustan sus discursos indigestos
y ahora que nos suben los impuestos
nos da un gustirrinín que nos meamos.