Una región española
dice que a gusto no está.
Que en cuanto paguen, se va,
porque Madrit no le mola.
¡Y para que no esté sola,
hay otra que la acompaña!
¡Se vende la marca España!
También las quince restantes
se gastan lo que no tienen,
y no hay controles que frenen
sus gastos exorbitantes,
ni sus jetas y mangantes
de fatídica calaña...
¡Se vende la marca España!
Cinco mil tipos acuden
a okuparnos el Congreso.
Tiran cosas y, por eso,
los maderos les sacuden.
¡Forman parte –no lo duden–
de nuestra más honda entraña!..
¡Se vende la marca España!
Y un rey (Borbón, por más señas),
buscando que lo enjabonen,
va al New York Times, y lo ponen
tal como no digan dueñas.
¡Y es que, cuanto más te empeñas,
menos luce la campaña!..
¡Se vende la marca España!