Sonó La Internacional
y el Congreso se cerró.
La cantaron, cómo no,
con aire funcionarial.
El portavoz de los GAL
será el primus inter pares
de unos rostros familiares
que hemos visto en más entierros.
Es decir, los mismos perros
con idénticos collares.
Y los parias de la tierra
-la famélica legión-
son las huestes de Chacón,
derrotada en esta guerra.
Pero lo que aquí se entierra
no es un nuevo socialismo,
exento de dogmatismo,
que de ideas se rearma.
Porque si gana la Carma
hubiera sido lo mismo.