El pasado sábado, Luis García Montero —poeta, filólogo, intelectual progre, marido de la escritora Almudena Grandes y, por supuesto, columnista de El País— deleitó a sus lectores con un artículo del que me permito reproducir el siguiente fragmento:
No hay un duro por culpa del miedo, nadie se fía, nadie invierte. Como no le echen una mano los políticos, va a la quiebra segura. Y haber quién crea puestos de trabajo, quién le da de comer a los moros y a los ecuatorianos. Habrá muchas declaraciones contra el racismo, pero si no se les da trabajo haber cómo van a vivir.
El contenido del artículo es tópico y ramplón, pero no me digan que no son entrañables los dos “haberes” que incluye el docto intelectual. Por si alguien quiere echarle un ojo, el artículo se titula Crisis y aparece en la página 6 de El País de Andalucía del sábado, 20 de septiembre. También está en la edición digital, en este enlace, aunque quizá ya lo hayan retirado o corregido. En cualquier caso, me he visto en la obligación de escribir un soneto como homenaje al excelso escritor prisaico.
Haber si en El País hay columnista
más culto, más molón y más esteta.
Haber si en el Parnaso hay un poeta
más delicado, fino y progresista.
Haber si en toda España hay un artista
de prosa más galana y más coqueta.
Haber si hay escritor en el planeta
más engagé, carmín y antifascista.
Haber si hay un filólogo en el mundo
más docto, más sagaz y más profundo
que el célebre consorte de Almudena.
Y haber si un día leo sus artículos
sin que se me contraigan los testículos
de angustia, de desánimo y de pena.