Mi más sentido pésame a la casta
político-trincona-ladrillesca.
Nos han vuelto a cargar en la repesca.
Con esta ya van tres. Con eso basta.
¿Qué vais a hacer ahora con mi pasta?
¿Vais a pagar la deuda gigantesca?
¿Se va a acabar la infame picaresca,
que euro que ve, lo trinca y se lo gasta?
Lamento, ya sin coñas, francamente,
las lágrimas de tanta buena gente:
de tanto madrileño y español.
Y lloro por la imagen que hemos dado,
de la que solamente se han salvado
el príncipe Felipe y Pau Gasol.