–Somos una república genuina,
una nación de Europa, claramente,
una entrañable patria independiente…
(Se me pone la carne de gallina).
Pero Espanya, que es la nación vecina,
tiránica, cruel e intransigente,
reprime con violencia a nuestra gente,
buscando la catástrofe y la ruina.
Y a mí me echa de casa, como a un perro,
forzándome a vivir en el destierro,
lejos del pueblo fiel que me idolatra.
Yo soy el President. Lo sigo siendo.
No huyo, ni me rindo, ni me vendo.
–Don Carles, ya ha llegado su psiquiatra.