Aunque nuestros poetas están en la flor de la vida, reconocen, modestos, que Rita Maestre, la portavoz asalta-capillas del ayuntamiento madrileño, se les queda muy joven.
Pero, ¿acaso la admiración por la belleza es patrimonio de la juventud? ¡Ni mucho menos!
Así lo ha demostrado don Luís Mª Ansón, dedicando a la joven pizpireta un elogioso artículo en EL MUNDO.
Nuestros vates, celosos de tan varonil galantería, han salido en tromba a ofrecer a la Maestre sendos ramilletes de esmeradísimas rimas:
DEJA QUE ME DÉ RITA
por Monsieur de Sans-Foy
Deja que me dé Rita altisonantes
lecciones sobre torsos y capillas,
lecciones que recibo de rodillas,
mirándola con ojos suplicantes.
Me placen sus modales arrogantes,
los humos de estos fieros cabecillas
criados en mullidas canastillas,
mimados a placer desde lactantes.
Es gente que ha nacido en los ochenta.
Lo flipo, con la cólera violenta
de toda la caterva podemita.
Con harto patriarcal delicadeza,
diré que me doblega su belleza,
por mucho repelús que me dé Rita.
BABAS
por Fray Josepho
Con cubo y con fregona, con mopa y con bayeta,
descuiden los lectores, que yo baldearé
las verdusconas babas rijosas de poeta
que vierten esas glándulas bucales del Mesié.
Son babas escabrosas de viejo más que verde,
prolíferas y lúbricas, que causan repulsión.
Y son las mismas babas (permitan que recuerde)
que por motivo idéntico también vertía Ansón.
La babas derechunas que el labio borborita,
nacidas de ese rijo viágrico y senil.
Las babas secretadas por lo que les dé Rita.
Por lo que les derrite la carne juvenil.
¡Derecho al baboseo! Derecho que ha suscrito
el Círculo Podemos de la Viejoverdez,
universal y público, blindado y gratuito,
de todos y de todas, unid@s en chochez.