Siempre pasa en verano. Será por los calores, será por el ambiente de relax y disipación..., el caso es que fray Josepho ha vuelto a entrar en trance y a escribir en ese español medieval que ya conocemos. En sus cuadernas vías se refiere reprobatoriamente al turismo, y se dirige en forma admonitoria a Monsieur de Sans-Foy, que precisamente está estos días de turista por Europa y que, en cuanto ha leído los versos del fraile, se ha apresurado a darle apropiada respuesta en forma de décimas.
Lean su controversia.
REPROBAÇIÓN E CENSURA DESTA PLAGA HODIERNA QUE LLAMAN TURISMO
Por Fray Josepho
Faré curso rimado d’un nuevo cataclismo,
que al homne deste sieglo conduçir ha al abismo,
maguer que a los perversos les vaya a dar lo mismo.
Se llama la costumne –ya sabedes– "turismo".
Aquesta plaga cunde nel periodo estival;
e non solo son homnes: las mujeres egual,
ca van con sus esposos, en unión coniugal,
e si tienen creaturas, fórmase la mundial.
Todos esos "turistas" son xentes chabacanas,
que entréganse a folgança por algunas setmanas,
dexando sus usuales labores quotidianas,
e parten de sus casas a comarcas lexanas.
E quítanse çapatos, e cálzanse chancletas,
e cúbrense con gorras, e visten calçonetas
(que llámanse "bermudas"), e acarrean maletas,
e tápanse las carnes con feas camisetas.
En esglesias, ermitas, conventos, catedrales...
mostrando pantorriellas, entran commo animales,
dan boçes, dan regüeldos, se rascan genitales...
¡Su perversa criança les rebosa a raudales!
Otros destos "turistas" móxanse ennas oriellas,
e quítanse las ropas, tanto ellos como ellas,
e muchas, commo dixe, nos muestran las mamellas,
e luego, ennos chiringos, engullen las paellas.
Uno destos "turistas" es Monsieur de Sanfuá,
que en bermudas de flores e con chancletas va,
sudando cual pollastre, de acá para acullá,
hospedándose en fondas non muy sanctas quibçá.
E yo, fraire Josepho, dende aquí lo conmino:
¡Non exerzas, Monsieur, el turismo dañino!
¡Regresa a tu fogar del bocho bilbaíno!
¡E dexa d’una veç de fazer el cretino!
TURISMO, GLORIA DE ESPAÑA
Por Monsieur de Sans-Foy
Pero, ¿qué sandeces dices
en tus glosas moralistas?
¿Qué te han hecho los turistas
para que les demonices?
No me toques las narices…
Queda claro en cada verso,
fraile cínico y perverso,
que reniegas de esos goces,
pues los viajes que conoces
son los viajes del IMSERSO.
Di: ¿Qué puede haber mejor,
fraile carca y tremebundo,
que escaparse por el mundo
cuando empieza la calor?
Tienes Londres, Nueva York,
Baden-Baden, Cap Bretón...
Olmillos de Sasamón…
(donde ha puesto la Matilde
un garito en plan humilde
para dar media pensión).
¿Hay delicia más notoria,
tras pasarse el año entero
como el burro de Platero,
dando vueltas a la noria…
que buscar la escapatoria?
No comprendo que te metas
con las hordas pizpiretas
de esforzados peregrinos
que recorren los caminos
en bermudas y chancletas.
¡Oh, turistas extranjeros
del color de los cangrejos,
que venís desde tan lejos
a dejaros los dineros!
¿cómo no hemos de quereros?
¿Y vosotros, fraternales
camaradas nacionales,
que con pinta de catetos
recorréis los vericuetos
de los puntos cardinales?
Fray Josepho no les traga:
Les evita con desprecio,
repitiéndose el muy necio
que el turismo es una plaga…
pero, ¿qué queréis que haga
semejante musaraña?
En lugar de darles caña,
bendecirles debería:
¡Bulliciosa algarabía,
gloria auténtica de España!