Rodríguez Zapatero eligió bien al verdugo oficial de las víctimas reales del terrorismo. Al fin y al cabo, un abogado de la ETA siempre será un abogado de la ETA. Lo que pasa es que en la Dictadura había una excusa para defender a los terroristas. En la democracia, seguir atacando a las víctimas de la ETA y de los demás terrorismos nacionalistas o islámicos es, además de un acto de sadismo, de menosprecio a las personas y a las familias que sufrieron y sufren el terrorismo, un insulto a la Nación y una burla infame de la Constitución. ¿Qué Peces fue uno de sus “padres”? En homenaje a Saturno, supongo.
Peces es un provocador y hace tiempo que sobrepasó todos los límites en su campaña de agresión contra la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Ha sido capaz de mentir sobre lo que les dijo en sus reuniones para que “se hicieran a la idea” de las concesiones a ETA a cambio de una tregua. Ha sido capaz de presidir o patrocinar todas las campañas infames contra Francisco Alcaraz y la AVT. Ha discriminado y discrimina, en función de su docilidad a los planes del Gobierno con la ETA, a las distintas asociaciones de víctimas. Por ejemplo: todo para Manjón, nada para Alcaraz. Y, para colmo, se dice que prepara un proyecto que lo calificaría como serio aspirante al Premio Nobel de la Infamia, diluyendo a las víctimas del terrorismo en una gigantesca asociación de víctimas de la violencia, donde las víctimas de ETA deberían coexistir con sus verdugos.