La comedia de los avales para las primarias del PSOE ha terminado en tragicomedia. Y si no llega a tragedia será porque le conviene más el género del esperpento. A estas alturas, da igual que la engañadora resultara engañada, que la listilla resultara más tonta que el listillo que iba de tonto o que el timo del tocomocho haya acabado siendo el del timador timado. Lo importante es que esta teatralización del poderío del aparato de uno de los dos partidos que se han turnado en el Poder desde que en España hay democracia -40 años el próximo mes de Junio-, ha salido del alarde burocrático roto por el eje que hace tiempo le falta: su condición de partido nacional español. El organismo socialista está irreversiblemente enfermo, médicamente desahuciado, por falta de vitamina E. Sin España, el PSOE pierde hasta su capacidad de destruirla, que tampoco sería la primera vez que lo intenta.
El mapa de la todavía E y de la vieja anti-E
El reparto de avales muestra a un PSOE atrincherado en el sur, sobre todo Andalucía, con un discurso que aunque sea retóricamente, conserva la idea de España, y un PSOE, en realidad un PSC ampliado desde Cataluña a Baleares, País Vasco y Valencia, solares del separatismo antiespañol, que ha parasitado el PSOE hasta convertirlo en una cáscara vacía, vaciada más bien, de cualquier sentido nacional; una fuerza profundamente antiespañola que usa al PSOE como herramienta para volar del régimen constitucional.
Gane quien gane, ni el PSOE pro-separatista contará con Susana ni el anti-separatista contará con Snchz. Tampoco con López, aunque se haga el Indalecio Prieto, que al final fue el apoyo clave de Largo Caballero y de la bolchevización del partido en los años 30, pórtico de la Guerra Civil.
El PSC, ayer de Maragall y hoy de Iceta, ha volcado la fuerza de su organización en favor del candidato más fácil de convertirse en ariete de la estrategia separatista. En 2002 fue Zapatero, ahora Pedro Sánchez; pero en realidad, hace quince años sólo apostó por el más débil, el ignoto Zapatero, enfrentado a Bono, Rosa Díez y Matilde Fernández. En 2017, había que elegir al que puede batir a Susana Díaz, que es un Bono sin fuerza o una Díez sin principios. Y entre Patxi Nadie y Pdr Snchz, que en el tiempo que ha estado fuera de la Secretaría General, ha descubierto que Cataluña es una nación, el PSC ha elegido al que parece más fuerte cuando se pase de las musas al teatro, de los avales a los votos, y ese es, sin duda, Pdr Snchz. Hubieran elegido a Patxi, pero si Pedro quiere ser Pere, mejor que mejor.
Podemización y esquerranización
Está claro que la fuerza de Pdr Snchz proviene del descrédito del bipartidismo, uno de cuyos polos ha encarnado calamitosamente en las dos últimas elecciones. Pero no es menos evidente que ese descrédito nace y se mantiene desde hace dos años por la fuerza del aparato de propaganda de Podemos, puesto a su servicio por el PP: las telesorayas Sexta y Cuatro.
No importa que Ferreras, el hombre que, según las grabaciones filtradas a El País recibía órdenes de Casals para presionar a Cifuentes en favor de Edmundo, consejero La Razón y de Ignacio González, se haya pasado a Susana Díaz en los últimos meses. Lo que realmente hace daño al PSOE es el discurso podemita sobre la corrupción política, basado en hechos reales, pero no menos reales que la corrupción totalitaria del partido venezolano de Pablo Manuel Iglesias Turrión. Y éstos se ocultan.
Porque para que funcione de cine el sandwich de Podemos y el PP de Rajoy y Soraya, es preciso mantener veinticuatro horas diarias esa atronadora máquina de propaganda que se basa en atacar al PP en general, pero que alcanza, por la fuerza de los tramabuses, a PRISA y al PSOE. No se puede sacar en el autobús del odio podemita a Cebrián y González sin que eso afecte a la candidatura de Susana Díaz, apoyada por el aparato del PSOE, de Felipe al chavista Zapatero, pasando por el prisaico Rubalcaba.
Y tampoco es posible que Ferreras siga su guerra contra Prisa –cada vez menos creíble, pero con mayor intensidad- para defenderse de esas filtraciones que muestran los inevitables servicios políticos prestados a su empresa sin que esa defensa, basada en atacar al PRISOE perjudique al PSOE en su estructura nacional, favoreciendo, indirecta o directamente, a la facción socialista más identificada con el nacionalismo y Podemos.
Lo peor de la bolchevización del PSOE de Snchz es la rendición al separatismo, que es también el pan nuestro de cada Sexta. Lo peor de la podemización del PSOE es la esquerranización del PSC, amo del PSOE.
La ruleta soviética del Zar Mariano
El PSOE no ha necesitado nunca que nadie le empuje a suicidarse y, de paso, suicidar a España. Pero, en esta ocasión, el discurso de Podemos ha tenido en La Sexta y la Cuatro dos altavoces permanentes denunciando el "golpe" del aparato del PSOE contra Pdr Snchz, al que Podemos no dejó ser Presidente y ahora utiliza como ariete contra "el partido de la cal viva".
Muchas veces hemos denunciado que el PP atizaba criminalmente el incendio del PSOE potenciando a Podemos, y que Rajoy jugaba a la ruleta rusa no en sólo en la sesera del PSOE sino en la del PP y del propio sistema democrático y constitucional. Debimos hablar de la ruleta soviética, porque nunca como ahora Podemos ha parecido de forma tan sórdidamente nítida como el partido de las checas. Y debimos denunciar, más que a Rajoy, al Zar Mariano I, cuya zarina Soraya ha dejado campar tan a sus anchas al Tele-Rasputín que ambos, Zar y Zarina, pueden verse, de un día para otro, sin Corona, sin Poder y en el sótano de la casa Ipàtiev, esperando a la Parca. La pena es que no estarán solos.