Desde que tengo el honor de presidir el Grupo Libertad Digital, he cumplido con la sagrada obligación de explicar a los accionistas, entre los que me cuento, cómo ha ido el año, es decir, el ejercicio, si han mejorado nuestros resultados o cómo esperamos que puedan mejorar. Pese a lo muy azaroso del negocio de la comunicación y a lo convulso de la situación nacional, junio es una buena atalaya perfecta para ver la dirección de la empresa. Y aunque el horizonte anubarrado de la política y el brumoso, por no decir sombrío, devenir institucional, parezca agobiante, debo confesar que nuestras perspectivas son como las que Ortega señalaba en la España inmediatamente posterior a la guerra civil, de "una salud casi indecente".
Con la perspectiva de este medio año casi cumplido, podemos decir que si 2014 ha sido mucho mejor que 2013, 2015 se anuncia aún mejor que 2014. Hemos aumentado en estos meses de forma sustancial los ingresos netos por publicidad -sin recurrir a ingresos atípicos o fantasías contables- con respecto al ejercicio pasado. Pero este vaso del 2015, está aún sólo medio lleno. Vamos al que podemos considerar colmado, el de 2014.
Los datos del ejercicio de 2014
Los datos del informe de gestión de 2014 son elocuentes: esRadio ha ingresado seis millones seiscientos mil euros, frente a cinco millones novecientos mil del ejercicio pasado, una subida de 674.081 euros, 11.4 %. Y nuestro periódico en Internet, Libertad Digital, ha ingresado dos millones seiscientos mil euros frente a dos millones casi trescientos mil del ejercicio pasado: una mejora de 328.825 euros, el 14%. Estos son nuestros rubros esenciales. Además, están los ingresos por Cronos, nuestra productora de televisión y contenidos audiovisuales para LD, el Club Libertad Digital y la tienda, los tres en un proceso de renovación pero que, aun así, aportaron al grupo unos ingresos netos de 410.000 euros. Con otros servicios, los ingresos del grupo en 2014 han sido de 11.439.744 euros, frente a los 10.175.262 de 2013. Y pese a mi formación literaria, les confieso que veo en estas gruesas cifras, tan prosaicas una intensidad lírica maravillosa.
Si a estas gruesas gotas de los beneficios de 2014 añadimos la suave pero intensa lluvia y el deshielo publicitario en el primer trimestre de 2015, con una subida media del 30% para el grupo, confieso no mi satisfacción, sino ese alborozo incontenible que los árabes españoles llamaban el tárab: cuando tras una canción se volvían majaretas. Hubo uno que, tras oír un poema, se puso una almohada en la cabeza y se puso a dar vueltas en la habitación voceando, como si estuviese en el mercado: "¡pescado fresco!". No llegaré a tales extremos, porque queda medio año y puede pasar de todo, pero sobre lo que ha pasado puedo decirles a todos los que desde hace muchos años confían en nosotros, algo perfectamente comprobable: en un contexto mediático horroroso, hemos sobrevivido y respiramos cada vez mejor. Y lo hemos hecho con la receta de siempre: tratando de ganar más y de gastar menos, mejorando nuestros ingresos y controlando al máximo nuestros gastos. Y como no conocemos forma de gestión empresarial más sana y nutritiva, les aseguro que ni bajo tortura pensamos cambiar de dieta.
Los cambios del curso 2015-2016
Pero es en lo único que no pensamos cambiar. Desde septiembre, en la radio, en el periódico y los contenidos audiovisuales vamos a cambiar muchas cosas. Por ejemplo, esRadio romperá esa fórmula o paradigma que lleva a los deportes a la media noche, herencia del gran García. Y lo vamos a hacer en la noche de Herrero que, conmigo de segundo, hallamos la gran hora de audiencia y publicidad de 11 a 12 de la noche, con los periódicos del día siguiente. Ya no hay periódicos de papel. Mejor dicho: los que hay rara vez nos traen noticias a medianoche que no conozcamos a media tarde o a mediodía. Ha cambiado el modelo de comunicación en nuestra sociedad y nosotros debemos cambiar con ella, porque nuestra tarea es la defensa de las ideas liberales y la difusión de una información veraz que explique el porqué de esa necesidad ideológica y moral que está en el origen de la creación de este grupo.
Nosotros no vamos a cambiar al modo en que lo están haciendo en estos últimos meses periódicos de papel que andan desnortados, arruinados y abobados por las llamadas "redes sociales" y la tecnología de mensajería. Para nosotros, el medio nunca será el mensaje, pero hacen falta los medios para que nuestros mensajes, nuestras ideas, nuestra visión de una sociedad cambiante y de una España patas arriba lleguen al mayor número posible de ciudadanos que se niegan a ser súbditos.
Es evidente que el "vivan las caenas" está tan vivo como en tiempos del Rey Felón. Muchos desean echarse al cuello ese yugo y arrastrar el carro del Estado no sólo para encadenarse sino para encadenarnos. Y lo desearán todavía más en los meses y años venideros, tiempos de ruido, furia y confusión, porque la propensión a la servidumbre voluntaria está en la raíz de la especie, en ese cerebro reptiliano que, basado en el miedo, la huida y la identificación con el entorno nos acompaña desde mucho antes de la privatización de Atapuerca. Pero no hay mayor placer moral, casi diría físico, que librarse de ese peso y negarse a la condena ancestral de dejar que el miedo domine nuestras vidas. Nosotros, los liberales, nos negamos. Nos negaremos siempre. Nunca nos rendiremos. E incluso si, vencidos por las circunstancias, lo hiciéramos, otros, los que llevan quince años leyendo Libertad Digital continuarían nuestra lucha por la libertad, tan eterna como la propensión del Poder y la Masa que lo sirve a amaestrarnos, adocenarnos, arruinarnos, confundirnos y, una vez vencidos, a felicitarnos.
Tras los 15 años de LD, los 7 de esRadio
Este 2015 hemos celebrado los quince años de Libertad Digital el más importante y antiguo de los medios nativos de Internet. Y este mismo año, en septiembre, el 7 a las 7, celebraremos el inicio de la séptima temporada de esRadio. La nuestra es la única cadena nacional que se ha fundado en este tiempo, muy probablemente la última, porque las grandes cadenas convencionales están sufriendo la misma crisis que los diarios de papel. Digo que esRadio es nacional y no estatal porque fue nacional cuando sólo teníamos una frecuencia, la de Madrid, y el coro de piratas que nos hacían eco, hasta que las cerraron. Aquí puedes ser pirata para robar, no para repetir opiniones libres e independientes. Si esRadio no puede escucharse en todo el Estado y competir en igualdad de condiciones con las cuatro marcas que han quedado, sólo tres privadas, es porque en la España actual no hay igualdad de condiciones para la libertad, sólo para la corrupción. Y las dictaduras separatistas y socialistas, con la complicidad de la corrupta derecha pepera, impiden la libertad de informarse, de formar opinión, a la Nación española.
En estos siete años que cumpliremos el 7 del 7 de Septiembre, hemos tenido que elegir entre un modelo capaz de sobrevivir a la corrupción y la dictadura de los totalitarios o jugárnosla a cara o cruz endeudándonos para comprar esas frecuencias que a nosotros, sólo a nosotros, niega el Poder. La elección estuvo clara desde el principio. Primero, sobrevivir, luego, crecer. Y al borde de séptimo aniversario podemos decir que hemos acertado. Hoy, esRadio no deja de crecer, y lo hace siendo una empresa rentable, y cuya influencia en España es cada vez mayor. Y en los tiempos tormentosos que se avecinan, será, sin duda, mucho mayor. Porque
Este año de cambios, de convulsiones, en muchos sentidos agónicas, será también el del nacimiento de otros periódicos digitales. Por supuesto, de El Español, de Pedro Jota Ramírez, el proyecto con mayor financiación que haya tenido nunca un medio digital. Tanto dinero les costará caro, creo yo. Pero con él nacerán o se consolidarán otros nuevos proyectos en la Red, mientras los medios de papel tradicionales irán desapareciendo o, poco a poco, consumiéndose. ¿Y cómo vamos a afrontar en Libertad Digital esos retos, esa nueva competencia en la Red? Muy sencillo: desde esRadio.
EsRadio, y los medios de Internet
Hay medios de internet que tienen mucho más dinero que nosotros, algunos de nacimiento y otros por lo que deben. Algunos muy pocos, hasta tienen más usuarios que LD, aunque sea a costa de no tener línea editorial ni influencia en la creación no de sensaciones, los acertadamente llamados tonting topics, sino de informaciones reales y opiniones fundadas. Lo que no tiene ninguno, ni tendrá, es una cadena de radio como la nuestra, que es rentable y que es capaz de influir en la opinión pública española.
Pues bien, este año, además de los cambios en el horario de la noche, vamos a intentar que, a todas horas, desde Es la mañana, igual que los directores de periódicos de papel, me refiero a los directores de verdad de los periódicos de verdad, están en nuestras tertulias y comentan sus noticias, nos acompañen los de los medios en la Red que defienden, como nosotros, la Nación y la Libertad. Los acogeremos sin mezquindad pero sin ingenuidad. EsRadio será la radio de los medios de internet que valgan la pena. A los que dan pena o nos la infligen, los trataremos como merecen. No ocultaremos nunca una noticia importante por su fuente, pero tampoco vamos a tratar a los liberticidas como a hermanos. No somos primos.
En resumen, 2014 ha sido el año de nuestra consolidación y 2015 es, está siendo ya, el de nuestra solvencia. Hay en marcha muchos proyectos audiovisuales -este año la smart tv permitirá que se nos vea en toda España- pero no quiero vender ilusiones sino realidades. Dentro de un año, espero decir a cada uno de los accionistas que, como hace quince años en LD y hace seis en esRadio, su apuesta, que es la nuestra, sigue valiendo la pena.