Dos cosas muy sencillas, pero muy importantes, tengo el placer de compartir con todos los accionistas al hacer el arqueo de este ejercicio del 2015. La primera y fundamental es que, por primera vez en la historia de nuestro grupo, tenemos beneficios: magros, pequeños, pero tan raros y tan difíciles de conseguir en estos días que por fuerza se siente uno encantado de poder contarlo. Sobre todo, cuando vemos a nuestro alrededor tantas razones comerciales de prosapia que solían pasar por empresas de comunicación y hoy están en trance de cerrar tras arruinar su antiguo crédito: primero, el moral; luego, el material; finalmente, el social.
Pues bien, en este ambiente de funeral por la civilización del papel y en un clima de abyecta sumisión de los emporios mediáticos al poder político, el Grupo Libertad Digital ha conseguido, por primera vez, salir adelante por sus propios medios, sin recurrir a créditos bancarios o pagarés políticos, en las tres ramas de su actuación: el periódico, que ya tiene dieciséis años, la radio, que cumplirá siete este siete de Septiembre a las siete, y el área de comunicación visual, Cronos, que además de crear todo el material gráfico y visual de nuestro periódico, se consolida como productora de televisión, tras grabar la segunda temporada de "Libros con uasabi" de Sánchez Dragó para la 2 de TVE, con patrocinio de La Caixa.
Cada una de estas tres áreas de negocio -Libertad Digital, esRadio y Cronos- arroja beneficios este año. Y aunque hubo -los accionistas memoriosos lo recordarán- un precedente positivo, 2013, lo fue por vender las licencias de televisión: dos millones y medio largos que taparon los dos millones y medio cortos de nuestro insostenible y diríase irrellenable agujero presupuestario. Sin embargo, tres años después podemos decir que no sólo hemos tapado el histórico boquete, sino que hemos vencido la tentación de eternizar el monocultivo del déficit. Y además, en las tres áreas de negocio. Cosa que en estos días es, sobre difícil, casi milagrosa.
El segundo anuncio importante que debo a los accionistas es que en septiembre vamos a poner en marcha una iniciativa ambiciosa, que nos permita afrontar las dificultades estructurales que una empresa no por veterana –somos el diario nativo de Internet más antiguo de España- menos frágil, afronta en el nuevo y complicado paisaje empresarial de los medios en la Red; aparte del temible horizonte de que, sólo nueve días después de la Junta de este año, tengamos sobre nuestro cuello la sombra guillotinesca de un Gobierno de Podemos, la ETA y los separatistas de toda laya y condición, es decir, de los peores enemigos que la Libertad y España pudieran padecer. Y con ellos, sin duda alguna, el Grupo Libertad Digital.
A grandes rasgos, nuestra idea es crear un Nuevo Club de Socios de Libertad Digital y esRadio que, a cambio de su apoyo económico, reciban un servicio semanal completísimo de orden intelectual, académico, periodístico y cultural que seleccione todo lo que se produce en el mundo, que es muchísimo, en el infinito mundo de la red y las universidades, que lo explique y que lo ponga al alcance de nuestros socios. Aspiramos así no sólo a aumentar el número de socios del Club actual sino a recompensar su generosidad, por así decirlo, generosamente.
Además de otras ventajas que iremos anunciando cuando estén técnicamente resueltas, nuestro socio recibirá cada semana una cuidada selección de artículos, ensayos, vídeos y recomendaciones bibliográficas que procederán de una red de colaboradores del ámbito liberal español y americano como el Instituto Juan de Mariana, Think Tank Civismo, Libres e Iguales, Universidad Francisco Marroquín, El Club de los Viernes, Red Floridablanca, Fundación Atlas, Centro Diego de Covarrubias, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), Cedice (Venezuela), Fundación Internacional para la Libertad (FIL), Fundación para el Progreso (Chile), Instituto Acton (Argentina y EEUU) o Libertad y Desarrollo (Chile). Organizaremos también eventos exclusivos para que nuestros socios puedan participar en mesas redondas, ponencias o debates organizados por Libertad Digital y nuestra red de colaboradores.
Como el nuevo rediseño del periódico, por el que felicito a Rodríguez Herrera, Poveda y los responsables de esa área, el nuevo Club afronta un problema técnico y económico. Si el rediseño, por el que otros habrían dado millones, lo hemos hecho sin pagar un euro más, también debemos construir, sin recurrir al crédito, una especie de fortaleza financiera, una reserva de pago –aunque el periódico y la radio seguirán siendo gratuitos- que obedece también a una necesidad comercial y política. La publicidad pública, dependiente del Poder político, es, en nuestro caso, una herramienta discriminatoria que los liberticidas de Podemos y el Gobierno de Rajoy nos aplican con saña gemela y univitelina. Por supuesto, el acceso al Gobierno de la horda Podemita agravaría los problemas, aún chicos, que puede causarnos el odio, justificadísimo, que nos tienen, y que seguiremos dándoles ocasión de tener, porque nacimos para criticar y, hasta donde sea posible, echar a pique, tanto acorazados iraníes como pateras bolivarianas.
Esto nos obliga a mantener las cuentas en negro –combatir el rojo es algo más que un imperativo ideológico- y a reforzar el apoyo de la gente que, empezando por los accionistas, hacen posible la aventura de Libertad Digital. Es, somos, un grupo mediático que no se parece a ningún otro: pequeño pero muy solvente y por eso doblemente fuerte, capaz de resistir las tentaciones que el despotismo de todos los colores nos brinda a diario. Para seguir igual pero mejor, como siempre pero siempre renovados, contamos con los que desde hace más de tres lustros, vienen poniendo en nuestras manos su dinero, como si fuera su corazón, en la seguridad de que cada día seguiremos haciendo todo lo posible para merecer tanta confianza. No sabemos qué especie de Gobierno nos afligirá el año que viene por estas fechas, si malo o peor, pero sí sabemos que el Grupo Libertad Digital seguirá, seguiremos, aquí.