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Emilio Campmany

Ética, pragmatismo y cobardía

No hay ninguna justificación moral o práctica para excarcelar a Bolinaga. Sólo hay una razón para explicarla, la cobardía.

Luis R. Aizpeolea, la oreja y la pluma de Eguiguren en la negociación de Zapatero con la ETA, ha defendido a Rajoy por la excarcelación de Bolinaga en las páginas de El País. Básicamente, lo ha hecho en dos planos, el moral y el práctico. Dice: la excarcelación de Bolinaga "pone de manifiesto la superioridad del Estado de Derecho sobre el comportamiento de las organizaciones terroristas". Aizpeolea no debe de tener fe en el Estado de Derecho si cree que éste, para demostrar su superioridad sobre los terroristas, está obligado a liberarlos. No sabe que en un Estado de Derecho sucede lo contrario. En él, las condenas de los terroristas no son las que diga nadie, sino las que establezca la ley; no más, pero tampoco menos. La excarcelación de Bolinaga no implica que España no sea un Estado de Derecho porque se ha hecho conforme a la ley, si bien interpretada con la máxima benevolencia. Pero sí puede decirse que no es precisamente una especial manifestación de su vigor, más bien lo es de su debilidad.

Como Aizpeolea se da cuenta de que el argumento moral es débil, recurre al pragmático. Los que se oponen a la excarcelación, dice, ignoran que para que Sortu haya sido legal

ha tenido que reconocer, en sus estatutos, el rechazo expreso a la violencia de ETA. Es decir, ha tenido que admitir por escrito la derrota de ETA, con lo que difícilmente se sostiene que la banda terrorista se ha colado en las instituciones. También ignoran que ETA declaró el cese definitivo de la violencia hace ya casi un año.

Bien, ¿y qué? Supongamos que fuera verdad que Sortu no es ETA y que la banda hubiera realmente desaparecido. ¿Justifica eso que sus miembros gocen del privilegio de no cumplir sus condenas?

El mismo Aizpeolea, refiriéndose a PNV, PSOE y PP, da la clave al final: "La dinámica posterior a las elecciones vascas del 21-O apunta a un acuerdo en la gestión del final de ETA". Si hay que gestionar el final de la banda es porque tal final no ha llegado. A nadie se le ocurriría decir que hay que gestionar el final de la Reconquista. O sea, a Bolinaga lo han excarcelado para que la ETA no vuelva a matar, que es la misma razón por la que Bildu y Sortu fueron legalizados y por la que la ETA domina varios ayuntamientos, la diputación de Guipúzcoa y ya veremos si, a partir del 21 de octubre, Ajuria Enea. Pero eso Aizpeolea no lo dice, aunque lo sabe, como demuestra el que hable de gestionar el final de la organización. Gestionar significa aquí ceder, ya veremos cuánto, para que no vuelva a asesinar.

Lo peor es que, cedan cuanto cedan, ETA seguirá estando hasta que el País Vasco sea independiente. No hay, por tanto, ninguna justificación moral o práctica para excarcelar a Bolinaga. Sólo hay una razón para explicarla, la cobardía.

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