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Elías Cohen

Hamás y los Derechos del Niño

Hamás ha falseado sus edades deliberadamente para que ciertos combatientes contaran como menores en el recuento de víctimas y viceversa.

Hamás ha falseado sus edades deliberadamente para que ciertos combatientes contaran como menores en el recuento de víctimas y viceversa.

Desde la Declaración de los Derechos del Niño proclamada en Ginebra en 1924 hasta nuestros días, la protección de los menores de edad en los conflictos armados ha sido una de las más elevadas aspiraciones del derecho internacional humanitario. En 1989 se adoptó en Naciones Unidas la Convención sobre los Derechos del Niño, por la que se protegía a los menores de 15 años de la participación en cualquier conflicto armado. Conforme a uno de los protocolos facultativos de la Convención de los Derechos del Niño, aprobado en el año 2000, se prohíbe reclutarlos, alistarlos y que participen directamente en las hostilidades, y se eleva la edad de protección hasta los 18 años. En los Principios de París de 2007 –sobre la participación de niños en conflictos armados– se define al niño-soldado como "todo menor de 18 años de edad que esté o haya sido reclutado o utilizado por una fuerza o un grupo armado en cualquier capacidad -incluidos los niños de ambos sexos, aunque sin limitarse a ellos-, y que sean o hayan sido usados como combatientes, cocineros, cargadores, espías o para fines sexuales. El término no se refiere exclusivamente a los niños que tomen o hayan tomado parte directa en las hostilidades".

Pues bien, durante la operación Margen Protector que ha enfrentado a Hamás y al Ejército de Israel en la Franja de Gaza, el grupo islamista ha utilizado a niños-soldado y violado todas las convenciones, declaraciones y protocolos relativos a la protección de los derechos de los niños en conflictos armados.

Según recientes investigaciones del Meir Amit Intelligence and Terrorism Center, Hamás ha usado a menores como combatientes y posteriormente, en el recuento de víctimas aportado por el Ministerio de Sanidad de Gaza, ha falseado sus edades deliberadamente para que ciertos combatientes contaran como menores en el recuento de víctimas y viceversa.

Por ejemplo, el niño de 9 años Obeida Fadhel Muhammad Abu Hweishel, nacido en 2005, murió junto a su tío en un ataque del ejército israelí en Nuseirat, pero de acuerdo con la lista publicada por el Dr. Ashraf al-Qudra, portavoz del ministerio de sanidad en la Franja de Gaza, Abu Hweishel tenía 24 años. La foto de su cadáver envuelto en un sudario con la insignia de las Brigadas de Ezedin al Qasam (el brazo armado de Hamás) fue subida a Facebook, con el subtítulo "el niño héroe-mártir".

Otro ejemplo que revela la manipulación del Ministerio de Sanidad de Gaza es el de Ibrahim Kamal Jamal Nasr, de Jan Yunis, quien murió el 18 de julio de 2014, considerado por el ministerio como un "niño de 13 años de edad". En realidad, Jamal Nasr rondaba la veintena y era un activista de Abu al Rish (Brigadas de los Mártires de Al Fatah).

En la página de Facebook dedicada a Salah Abu Hasanein, un comandante de alto rango de la Yihad Islámica, se publicaron fotos de su hijo de 15 años, Abd al-Aziz Abu Hasanein, posando con armamento ligero; ambos fueron abatidos en un ataque israelí.

Además, estos menores de edad han sido entrenados y adiestrados en los campamentos de verano que Hamás organiza a tal efecto. El periodista palestino Hazem Balusha, afincado en Gaza, escribió un reportaje el pasado mes de junio en el que cuenta como unos 100.000 menores de entre 12 y 17 años se enrolan en estos campamentos militares, donde se les enseña a manejar armas y tácticas de guerrilla, mientras unos altavoces emiten continuamente cánticos llamando a la yihad.

Ciertamente, el adoctrinamiento militar y fanático de los niños por parte de Hamás es ya un clásico del conflicto entre israelíes y palestinos, y un problema trágico que pospondrá la reconciliación entre ambos pueblos. Las fotos de niños vestidos de combatientes son habituales en la Franja de Gaza. Durante su estancia en el enclave, el corresponsal español Dote Gutierrez dio cuenta de estas deleznables prácticas.

Ya en 2004, la ONG británica Child Soldiers International denunció en su informe anual el uso de niños-soldado por parte de Hamás y otras facciones palestinas (p.292 y 304):

(…) los niños son utilizados como mensajeros y correos, y en algunos casos como combatientes y bombarderos suicidas en ataques contra soldados y civiles israelíes. Todos los principales grupos políticos involucran a niños de esta manera, incluyendo Fatah, Hamas, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Ese mismo año (antes de la desconexión de Gaza), Eyad Sarraj, psiquiatra palestino y director del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza, reveló que el 36% de los palestinos mayores de 12 aspiraba a morir "como un mártir" en la lucha contra Israel.

En 2012, la estrategia de Hamas de utilizar escuelas, hospitales y mezquitas como bases de lanzamiento de cohetes durante la operación Pilar Defensivo fue denunciada por Human Rights Watch y por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

La utilización de los niños por parte de Hamás y de otros grupos radicales palestinos es una de las grandes imposturas de este nuevo siglo, una estrategia que, si bien es abyecta, resulta terriblemente efectiva: provocar a un enemigo más fuerte, situar a niños adoctrinados en medio de un conflicto armado y luego proyectar las imágenes de sus cuerpos sin vida en los televisores de todo el mundo. Y esto es a lo que muchos llaman "resistencia".

© elmed.io

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