La Asociación de la Prensa de Madrid ha denunciado la existencia de una "campaña sistematizada de acoso" por parte de la formación neocomunista Podemos contra periodistas de "distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones". La APM asegura contar con pruebas documentales, proporcionadas por diversas víctimas, del matonismo que practican los esbirros de Pablo Iglesias para amedrentar a periodistas incómodos.
La acusación es de una tremenda gravedad y es perfectamente creíble, dado el ideario ultraizquierdista de la formación morada y de los modelos que tienen por referencia Iglesias y compañía; modelos como la Argentina kirchnerista y la Venezuela bolivariana, regímenes caracterizados por su odio feroz a la libertad de expresión y prensa.
Destacados neocomunistas han asesorado a la criminal tiranía venezolana en materia de represión de medios comunicación y clamado por instaurar en España leyes represivas de control de la información. Por lo que hace al caudillo Iglesias, se ha manifestado en diversas ocasiones a favor de cerrar los medios de comunicación privados a fin de controlar con puño de hierro el sector.
Los matones de Podemos tratan de amedrentar a los periodistas porque así lo dicta su interpretación liberticida de la política. Con ser esto grave e infame, peor aún es la defensa que de ese matonismo hacen medios y periodistas emporcados en la podemización del panorama informativo. Medios y periodistas que son la vergüenza de la profesión y el sector y que tienen el mismo aprecio por la verdad y la independencia que el partido al que sirven de felpudo y altavoz.
Podemos y sus abominables palmeros vuelven a demostrar que son una lacra y un peligro formidable para las libertades. Ni mucho menos son la solución sino, todo lo contrario, parte fundamental de los problemas que tiene planteados España.