La audiencia de esRadio está compuesta por 885.000 personas, según una macroencuesta elaborada por la empresa Noxa Consulting, una de las más acreditadas en su sector. La base de diez mil entrevistas telefónicas es lo suficientemente amplia como para certificar que un año y medio después de su puesta en marcha, la radio de Federico Jiménez Losantos, César Vidal y Luis Herrero, nuestra radio, se ha consolidado en el panorama radiofónico nacional, marcado éste por un descarnado intervencionismo que no sólo afecta a las reglas más elementales de la libre competencia sino a la misma esencia del derecho a la información.
El uso arbitrario y dogmático de las prerrogativas públicas por parte de las administraciones ha convertido el reparto de frecuencias en un nada sutil mecanismo de censura. Todo lo que tenga que ver con la libre iniciativa y la igualdad de condiciones es latín para los políticos y lo primero a lo que tienen que renunciar quienes copan o aspiran a copar el espacio radioeléctrico. No es el caso de esRadio, un proyecto mediático caracterizado por la libertad de opinión y el rigor informativo, rasgos sin los cuales el éxito de audiencia se convierte en un reclamo comercial de perfil bajo.
Conscientes de los grandes reparos que una empresa como la nuestra suscita entre algunos sectores de la clase política, quienes hacen cada día esRadio no esperan facilidades, como tampoco tienen facilidades quienes sintonizan cada día con Federico Jiménez Losantos en las provincias catalanas y en otros puntos de España. Sin embargo, bien a través de la red de emisoras asociadas, de internet o de las plataformas televisivas de pago, el número de oyentes, espectadores y lectores crece día a día, una realidad que el mercado publicitario ha reconocido desde el día, no hace mucho tiempo, en el que Federico Jiménez Losantos decidió crear un medio de comunicación partiendo de la voluntad, el talento y, sobre todo, la confianza de una parte muy significativa de la sociedad española. A todos ellos, gracias. A quienes se sumen a partir de ahora, bienvenidos.