El verano es la estación del año en la que prácticamente todas las personas aprovechan para disfrutar y relajarse, pues se nos permite desarrollar una serie de actividades que en otra estación del año no serían posibles. Ese divertimento nos lleva a que en muchas ocasiones no prestemos demasiada atención a nuestra salud; por ejemplo, con una frecuentísima patología de las mujeres.
La vaginitis está originada en la mayoría de los casos por unos hongos levaduriformes del género Candida, siendo el más frecuente de esta familia la Candida Albicans. El calor y la humedad son precisamente las causas de estas vaginitis en verano, diferenciándose de la Candida Organica en que surge por tomar inmunosupresores.
Las mujeres que padecen la vaginitis presentan una sintomatología de dolor, enrojecimiento de la vagina y secreción amarillenta. Su tratamiento es largo, ya que es necesario que desaparezcan estas levaduras y es frecuente el uso de tabletas vaginales, siempre prescrito por el médico.
Para prevenir esta patología, debemos:
- Usar bañadores amplios. Los bikinis al estar muy sujetos al cuerpo no son recomendables.
- Al salir del baño, ya sea en piscina o en el mar, habría que tratar de cambiarse lo más pronto posible, ya que la humedad y el calor hacen que se desarrollen estos hongos.
- Usar ropa de 100% algodón.
- Usar jabón neutro para su higiene personal.
- Limpiarse siempre de adelante hacia atrás, no de atrás hacia delante, ya que podemos recoger suciedad del ano y trasladarla a la vagina, originando infecciones.
- No usar duchas vaginales, pues originan infecciones.
- Toallitas que estén esterilizadas.
- Buena educación sexual.