Han saltado las alarmas en toda Europa por el fallecimiento de varias personas como consecuencia de una infección por la bacteria Escherichia Coli.
La ciencia le debe mucho a esta bacteria, pues ha servido para hacer experimentos en los laboratorios de investigación y gracias a ella se han aclarado muchos procesos metabólicos. Pero al igual que hay personas buenas y malas, también hay bacterias buenas y malas: son más de 100 las descubiertas, muchas de las cuales se encuentran en el intestino del hombre y de los animales. Una de ellas, conocida con el nombre de Escherichia Coli O157:H7, es muy patológica para el hombre y fue descubierta en los EEUU como consecuencia de una infección intestinal con diarreas hemorrágicas; se comprobó por estudios epidemiológicos que se había originado por comer carne poco cocinada.
Últimamente quieren echarles las culpas de la misma a los pepinos, tomates o berenjenas que provienen de España. Podemos asegurar que eso es una mentira, ya que nuestros agricultores cuidan sus productos en la huerta no sólo con lo que dictan las leyes, sino con todo lo que es mejor para sus productos. Lo que no podemos descartar es que las personas que han transportado estos productos los hayan contaminado por ser portadores de la infección. En España se tiene una higiene alimentaria que ya quisieran muchos países. No hagamos caso de estas manifestaciones y sigamos comiendo tomates, pepinos y berenjenas. Yo pienso seguir haciéndolo todos los días.
En cualquier caso, mantener la higiene en los alimentos es bastante fácil: limpiarse las manos; lavar las frutas y las verduras con lejía alimentaria; tener separadas en la nevera las carnes de vacuno, de caza y de aves de corral; usar guantes para hacer la comida; y si tienen alguna herida, no tocar los alimentos.
Esta bacteria es muy peleona. Cualquier persona que tenga estos síntomas diarreicos debe acudir al hospital inmediatamente, ya que por su agresividad requiere de hospitalización.