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Daniel Rodríguez Herrera

20 años del Gusano Morris

Sí, su propio ordenador puede estar secuestrado sin que usted lo sepa. Que ya no ocupen los titulares no significa que los herederos del Gusano Morris hayan dejado de existir.

A las seis de la tarde. Eran las seis en punto de la tarde. El 2 de noviembre de 1988, cuando no existía la web e internet era empleado sólo por agencias del Gobierno estadounidense y profesores e investigadores universitarios, un estudiante del MIT llamado Robert Morris lanzó su gusano, que muy apropiadamente recibió el nombre del Gusano Morris (la aplicación, no el estudiante). Su invento infectó 6.000 máquinas, un hito que puede no parecer gran cosa hoy, pero que entonces suponía el 10% de todos los ordenadores conectados a la red de redes.

Se llaman gusanos a las aplicaciones capaces de residir en la memoria de una computadora y replicarse a sí mismas. Se diferencian de los virus en que no necesitan modificar ningún programa del ordenador para funcionar. La irrupción del Gusano Morris, el primero de todos, provocó la aparición de la seguridad informática como disciplina respetable y necesaria, aunque lo cierto es que la comunidad internauta no volvió a preocuparse demasiado por el asunto hasta que la red se abrió al gran público a mediados de los 90. Pero al menos, para entonces ya había gente preparada para enfrentarse a las amenazas de la red.

Si cuando el Gusano Morris los usuarios de internet asumían estar en una comunidad pequeña, peluda y suave, donde nadie hacía daño a nadie, el ataque les hizo comprender que ya no podrían contar con caminar seguros por la red sin tomar precauciones. Fue uno de esos momentos que suponen un cambio. Y también fue la primera vez que muchos norteamericanos leyeron el nombre de internet, pues el suceso fue cubierto por varios diarios, como el New York Times o el Washington Post.

Durante década y media estuvimos sufriendo todo tipo de ataques de virus y gusanos. No es que ahora nos hayamos librado, pero la amenaza ha cambiado de naturaleza. Antes, los creadores de virus buscaban principalmente probarse a sí mismos de lo que eran capaces, pero actualmente la infección de ordenadores se ha convertido en una profesión. Por eso hace años que no tiene lugar un contagio masivo de uno de estos gusanos, como ILoveYou (2000) o Blaster (2003). Actualmente los gusanos procuran pasar desapercibidos, para poder estar instalados en el mayor número posible de ordenadores. Una vez en ellos pueden hacer varias cosas, desde recopilar datos, como los correos electrónicos de nuestros contactos, hasta secuestrar nuestro ordenador para enviar spam. Estos gusanos virus adoptan la forma de caballos de Troya; se introducen en el ordenador y le dan a su creador el mismo control que el propietario de la computadora; a las máquinas así controladas se les llama zombies y suelen formar parte de botnets, redes de computadoras empleadas para enviar correos basura o phishing.

Sí, su propio ordenador puede estar secuestrado sin que usted lo sepa. Las medidas para evitarlo son las de siempre: tener un antivirus actualizado y un cortafuegos ofirewallactivado, asegurarse de que nuestro sistema operativo y nuestras aplicaciones son la versión más reciente y no dedicarse a abrir ficheros adjuntos a los correos con demasiada alegría. Que ya no ocupen los titulares no significa que los herederos del Gusano Morris hayan dejado de existir.

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