Carmen Lomana está pasando un verano totalmente atípico, ya que tiene que trabajar en su nuevo programa de televisión que, por cierto, no ha empezado con mal pie ya que ha tenido una audiencia muy digna. Carmen ha sacado tiempo y preparó una gran fiesta de cumpleaños en uno de los restaurantes más de moda de la Costa del Sol: La Tirana. Ciento setenta y cinco invitados, entre los que se encontraban Alaska, que llegó acompañada de su marido Mario Vaquerizo; Beatriz de Orleáns, Hubertus de Hohenlohe, Nuria March y su marido, o Maria Luisa de Prusia, entre otros. Sobra decir que la anfitriona estaba espectacular con un traje rosa que hacía resaltar su bronceado y unas joyas espectaculares: pendientes largos de amatistas, agua marina y brillantes.
A la entrada al local los invitados fueron recibidos por unos mariachis, cantando la famosa canción de Las Mañanitas; también hubo un grupo que interpretaban todo tipo de canciones transformadas en rumbas y un disc jockey. La cena consistió primero en un picoteo en el jardín donde las señoras lo pasaron fatal con los tacones, que se clavaban en el césped y perdían el equilibrio. Pastela marroquí, jamón, gambas, queso y aperitivos mejicanos, todo muy internacional. A continuación se pasaba a las mesas donde, una vez sentados, el menú consistió en sopa de tomate de primero y de segundo a elegir entre merluza o magret de pato. Para terminar, no podía faltar, la tarta de cumpleaños.
Lomana que de tonta no tiene ni un pelo, estuvo pendiente toda la noche para que todo estuviera perfecto y mandó sacar cena para la gente de la prensa que estaba en la calle. Todo un detalle. Las cosas no le pueden ir mejor, está feliz y cuando habla de los concursantes se le cambia la cara: "Me prepararon una fiesta sorpresa, me hizo tanta ilusión que hasta lloré y te aseguro que odio llorar en público". Los describe como "unos chicos admirables, uno trabaja en la construcción y cuida a su madre, otro tiene un puesto de chuches. Es gente muy sana, se adaptan a todo y lo que más me llama la atención de ellos son los valores morales que tienen, mucho más arraigados que de los de clase alta". Unos principios, según ella, que hoy en día se han perdido. No tienen cultura pero ellos no tienen la culpa.
Carmen está indignada con ciertos temas que se están publicando de ella y afirma que son totalmente falsos y quiere dejar muy claro que "jamás" ha "vivido de patentes, si de royalties de esos productos, pero nada más" y le preocupa "que se diga eso por hacienda". También le molesta que digan que es de León, no tiene nada en contra de esa ciudad, simplemente nació allí por casualidad, pero que no tiene ninguna referencia. "He vivido muchísimos años en San Sebastián y en Valencia, por cuestiones de trabajo de mi padre que fue Subdirector General del Banco de Santander", aclara. "Por suerte siempre mi familia ha vivido muy bien y toda mi vida he ido al colegio en coche, me llevaba el mecánico", añade. Y con gran enfado quiere dejar muy claro que vive como le da la gana. De su patrimonio, también aclara que no tiene propiedades en Mallorca y que la casa de Madrid la tiene desde 1988 la compró su marido. Carmen Lomana ...todo un carácter.