El Gobierno venezolano se jacta de que en Venezuela hay exceso de democracia, eso no hay que negarlo. Desde 1998 hasta el presente se han llevado a cabo 18 procesos electorales. Y si definimos a la democracia como la votación por la regla de la mayoría, podemos confirmar la posición del gobierno venezolano.
Y es que la democracia, como decía Winston Churchill, es el peor de los sistemas conocidos, si excluímos a los demás. Por lo tanto, a la democracia hay que ponerle límites. Hay que asegurarse que la decisión de las mayorías sean respetadas, pero teniendo en cuenta que las minorías también deben tener representación y deben ser protegidas del absolutismo de la mayoría.
Y es aquí donde entramos a analizar el resultado de las elecciones parlamentarias del día domingo 26 de septiembre. Quizás nuestro análisis no le agrade a algunas personas (sean afectas o no al gobierno), ya que intentaremos señalar elementos que se pueden obviar dentro de la emoción de sentirse ganador.
1. Las propuestas
A las elecciones se presentaron dos grandes bloques "unitarios". El partido de gobierno, PSUV, cuya propuesta principal era la de apoyar al gobierno de Hugo Chávez en la implantación del socialismo (no el del siglo XXI, sino el mismo que conocimos en el siglo XX).
El otro bloque lo representa la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Una alianza de partidos políticos (mayormente socialistas democráticos) con fines electorales. Su mayor propuesta es la del "restablecimiento" de la vigencia de la Constitución y controlar al Ejecutivo.
También se presentaron partidos minoritarios, de ellos el más importante, Patria Para Todos (PPT), antiguo aliado del PSUV, que sigue defendiendo la implantación del socialismo, pero de "modo diferente".
2. El Ambiente Político
La radicalización en la implantación del socialismo ha sido el punto resaltante de los últimos 3 años, en especial desde que el gobierno de Chávez perdió el referendo planteado para introducir reformas de corte socialista en la actual Constitución.
El Ejecutivo y su apéndice en el parlamento (controlado totalmente por el PSUV, como resultado de que en 2005 la oposición se retiró de las elecciones) han introducido las reformas rechazadas (reelección indefinida, reorganización política, establecimiento de comunas y la polémica propiedas social) a través de leyes aprobadas fácilmente.
Los escándalos de corrupción han estado a la orden del día. Desde el escándalo de la financiación de la campaña de Cristina Kichner en Argentina, hasta el hallazgo de toneladas de alimentos descompuestos en instalaciones de la filial de PDVSA, encargada de importarlos y distribuirlos.
Sumado a eso, el año 2010 se inauguró con una devaluación del 100% (que llevó el tipo de cambio oficial, irreal, de 2,15 a 4,30 BsF/US$), un incremento de precios acumulado de más de 30%, el incremento de la violencia y la inseguridad en las principales ciudades, ha configurado un panorama adverso para el Gobierno.
3. El sistema electoral
El poder u organismo electoral (CNE) se encuentra controlado por el Gobierno. Cuatro de sus cinco miembros principales son personas afectas y que han sido miembros del PSUV. Sobre este organismo y su sistema automatizado de votación y escrutinio siempre ha pesado una fuerte duda de transparencia.
Para disminuir la posibilidad de fraude, varias organizaciones civiles de oposición, entre ellas las conocidas Súmate y Esdata, han diseñado diversos mecanismos de control ciudadano sobre el proceso de escrutinio previo a la totalización automática que se realiza en el centro de cómputo del CNE.
Luego de las elecciones de 2008, en donde el Gobierno y su partido perdieron gobernaciones importantes (Distrito Capital, Miranda, Zulia y Táchira), Chávez impulsa la modificación a la ley de procesos electorales de cara a las elecciones parlamentarias. La modificación cambió la conformación de las circunscripciones de votantes, agrupando circuitos mayormente opositoras y dividiendo aquéllas en donde el oficialismo tendría poca ventaja de ganar.
Este cambio, conocido como "efecto salamandra", elimina el criterio de la representación proporcional de las minorías y lo sustituye por un sistema que permite que un partido con pocos votantes o con una pequeña diferencia mayoritaria pueda ganar una mayor cantidad de escaños.
Esto lo denunciaron incluso partidos minoritarios de la alianza oficialista (Patria Para Todos y Partido Comunista de Venezuela) que veían esta modificación como la forma de que el PSUV impondría su hegemonía.
4. Los comicios
La campaña de ambos bloques unitarios no se basó en propuestas concretas, sino en ofertas difusas. Hugo Chávez actuó como el principal candidato dirigiendo la campaña. En pocos estados de la república se conocían los candidatos personalmente y mucho menos las propuestas en detalle. Nos retrotraímos a la época de votar por colores o por partidos en bloque.
La oposición dirigió varios mensajes, entre ellos el llamado a votar, sobre todo dirigido a los abstencionistas (que crónicamente han sido no menos del 30% del padrón electoral, que ya llega a 17 millones de electores) y el rechazo al comunismo (aprovechando que Fidel Castro había dicho que el socialismo del siglo XXI era el comunismo).
El proceso electoral del día 26 transcurrió normalmente. Las mesas funcionaron desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Grupos afectos al oficialismo merodearon algunos centros para intimidar a posibles votantes opositores. Y a pesar de algunos problemas de operatividad en algunos centros, el proceso se desarrolló sin mayores problemas.
5. Los resultados
A pesar de ufanarse de que Venezuela tiene el mejor sistema electoral del mundo y haber prometido de que se tendrían los resultados 2 horas después del cierre de las mesas, el CNE tardó casi siete horas en dar los resultados. Esto creó una suspicacia entre los partidarios de la oposición, ya que siempre existe la sospecha de que si los resultados no son favorables al oficialismo, se retrasa su anuncio para intentar modificarlos durante los procesos de transmisión y/o totalización.
El oficialismo, con una cantidad total menor de votos, obtuvo mayor cantidad de diputados producto de la división por circunscripciones. La oposición logra ganar circuitos y algunos estados importantes y con peso poblacional (Zulia, Táchira y sorpresivamente Anzoátegui).
Para ver lo perverso del sistema de distribución por circuitos, veamos la distribución de votos en el estado Lara: PSUV: 296.339, MUD: 218.846 y PPT: 206.664. Si bien los datos están relativamente parejos, en este estado el PSUV obtuvo 6 diputados y la MUD 3 diputados y el PPT, que representaba el 29% de los votos, no obtuvo un sólo diputado.
Una periodista se atrevió a hacerle este tipo de preguntas a Hugo Chávez en una rueda de prensa tras las elecciones, y lo que recibió fueron insultos y descalificaciones por parte del mandatario.
De un total de 165 diputados, el oficialismo obtuvo 94 diputados y la oposición 60, con 9 diputados aún por definir. Esto rompe inicialmente las dos mayorías calificadas que establece la constitución (2/3 para aprobación de leyes orgánicas y 3/5 para leyes habilitantes). De todos modos, con esos 9 diputados que quedan por definir, es muy pronto para confirmar esto.
Los votos totales obtenidos por cada bloque unitario (PSUV - 5.399.390; MUD - 5.312.293) han recibido diferentes lecturas. Hugo Chávez fue electo con más de 7,3 millones de votos en 2006. Esto significaría una baja en su apoyo electoral de casi 2 millones de votos. La oposición supera su tope histórico de 4,5 milones de votos (obtenido en el referendo de 2007). Cada bando hace planes con miras a la elección presidencial de 2012.
Hugo Chávez no se detendrá en su intento de imponer una dictadura socialista en Venezuela. La actual asamblea entregará el poder en enero de 2011, por lo que tiene 3 meses para seguir legislando y otorgarle eventualmente una ley habilitante por el resto del período presidencial (de acuerdo a lo establecido en la Constitución).
Una minoría del tamaño obtenido por la oposición podrá desacelerar el avance del socialismo de Chávez, pero no detenerlo, esta misma proporción de fuerzas la tuvimos en la Asamblea Nacional electa en 2000 y el oficialismo aprobó leyes a placer (usando todo tipo de artimañas). Esa misma minoría no podrá tampoco derogar ninguna de las leyes socialistas ya impuestas por Hugo Chávez (en su propuesta tampoco se plantea derogar nada, sino seguir incrementando el número de leyes existentes).
Mientras no exista una oposición ideológica a Hugo Chávez y su socialismo, que se oponga al sistema y proponga una alternativa de progreso basado en la libertad y los derechos individuales, lo tendremos por un buen rato. Amanecerá y veremos.
Osmel Brito-Bigott
Presidente Instituto Libertad y Prosperidad