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Antonio Robles

La traición de C’s

C's no nació para alcanzar el poder, sino para evitar que el poder humillara a la gente.

Ciudadanos ha cambiado de piel sin inmutarse. El partido que nació para combatir la exclusión nacionalista y garantizar los derechos lingüísticos en Cataluña, ha dejado por escrito su abandono de la beligerancia lingüística en Cataluña en sendos pactos con PSOE y PP.

A lo largo de estos últimos meses he ido desmadejando la sospecha en tres artículos: "¿Quo Vadis, C's"? (17-III-16), "¿C’s abandona la lucha contra la inmersión?" (16-VI-16) y "¿Por qué fracasó C’s?" (29-VI-16).

De las 67 páginas del pacto con el PSOE, sólo dedica un párrafo para quitarse de encima el problema de la exclusión lingüística en las comunidades con más de una lengua oficial:

Nos proponemos establecer un modelo educativo bilingüe o trilingüe añadiendo una lengua extranjera, de preferencia el inglés, a la oficial u oficiales de cada Comunidad Autónoma, respetando las competencias de cada Autonomía para establecer el peso ponderado de cada lengua en el horario escolar.

No pueden alegar ni siquiera ignorancia. Albert Rivera y C’s al completo saben que hoy la ley permite escoger como lengua docente en español el 25 % del curriculum escolar. Una vergonzosa posibilidad que abrió la Lomce, y avaló el TSJC. Pero en la realidad, el Gobierno de la Generalidad ni cumple ni piensa cumplirla. ¡Y lo saben!

Es curioso, C's cede en lo esencial: en la defensa de la libertad lingüística, el principio que inspiró su nacimiento. Y lo hace ante el PSC, verdadero culpable de la impunidad excluyente en Cataluña al defender la inmersión y su adoctrinamiento escolar como un vulgar mamporrero del catalanismo.

Pero hay más. En tal pacto, ni nombra, ni reivindica el cumplimiento de las sentencias judiciales. Ni en materia de exclusión lingüística, ni en cuestiones territoriales. Se desentiende del sufrimiento de todos aquellos padres que se han atrevido a reivindicar la lengua materna para sus hijos y han sido excluidos socialmente; incluso se olvida oponerse a las multas lingüísticas en Cataluña por rotular en español. Y lo más grave, obvia el problema más inquietante que tiene hoy la nación española, la rebelión del Gobierno de la Generalidad y el incumplimiento de la ley. En palabras de Arcadi Espada: "Ningún partido, ni siquiera C´s ha hecho de este reproche la base de su oposición política". Una verdadera dejación de sus funciones. ¿En nombre de qué? ¿De la gobernabilidad? ¿De qué gobernabilidad? ¿De los que hasta ahora nos han gobernado como súbditos en Cataluña y amenazan por desmembrar España?

No crean que con el pacto del PP logran mayores réditos. Si cabe, aún son más escurridizos:

Implantar una educación bilingüe y trilingüe de calidad en la escuela pública, que garantice a todos nuestros jóvenes el dominio del inglés. Se pondrá en marcha un programa nacional de formación del profesorado en inglés y en enseñanza de disciplinas no lingüísticas en inglés. Garantizaremos todos los recursos técnicos y humanos para que en 10 años para obtener el título de grado todo universitario deberá obtener un nivel B2 de inglés.

Después de leer tal proclama, pareciera que estuviéramos en Inglaterra. Es la garantía del inglés y no la exclusión del español lo que parece preocuparles.

Ante tal dejación mostrada en la letra de los pactos, su líder podría haberlas suplido en las intervenciones desde el atril del Congreso. Ni palabra. Pareciera que la consigna del nacionalismo de que en Cataluña no existe problema lingüístico alguno, hubiera sido corroborada por el silencio del líder naranja. De vergüenza.

Por si faltase alguna duda, ayer, Inés Arrimadas, la líder de C’s en Cataluña, dejó en su reunión con el presidente golpista, Carles Puigdemont, 15 propuestas para llegar a acuerdos ante la sesión de confianza que solicita al Parlamento.

Intolerable. Ni una palabra del problema lingüístico; por el contrario, muchas propuestas tradicionalmente reivindicadas por el catalanismo a Madrit, que no son competencia de la Generalidad.

¿Se han vuelto locos? ¿Han de asumir como propias reivindicaciones que el nacionalismo ha venido reivindicando como instrumentos para lograr privilegios, en el mejor de los casos, y en el peor, como nuevos senderos a la secesión? ¿Creen que así les perdonarán la vida y los acogerán por fin en su seno?

Esa cobardía por intentar confundirse con el paisaje, hacerse querer y perdonar por el adversario, tiene el peligro de abandonar al propio electorado. ¿En nombre de qué? ¿En nombre del poder? C's no nació para alcanzar el poder, sino para evitar que el poder humillara a la gente.

PD. Es como si Martin Luther King, cuando pronunció aquel maravilloso discurso "I Have a Dream", bajo el amparo de la figura imponente de Lincoln en 1963, se hubiera olvidado de incluir el fin del racismo en América.

En España

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