Eduardo Fungairiño señala la ambivalencia del gentilicio de los gitanos (= egiptanos, provenientes de Egipto), también llamados "romaníes" (¿de Rumanía?) o "cíngaros" (= de Hungría). Añado que también han recibido el gentilicio de "bohemios" quizá porque se asociara su origen con la región de Bohemia. Aunque se les atribuye un origen húngaro, en Hungría reciben el nombre de faraohnepek (= del pueblo de los faraones egipcios). En Holanda aparecen como heidenen (= paganos), en Noruega como fante (= mendigos) y algunos pueblos árabes como arausi (= ladrones). Es muy posible un lejano origen común de la India. El idioma gitano o "caló" parece derivar del sánscrito, lo que los convierte en parientes cercanos de los europeos originales. Sebastián de Covarrubias dice que la lengua propia de los gitanos es la jerigonza, un vocablo derivado de "cingerionza" o lengua de los cíngaros. Entre otras leyendas, circuló tradicionalmente la de que los gitanos son errantes con una maldición por no haber acogido a la Virgen María con el Niño en su huída a Egipto.
Juan J. Carballal apunta (siguiendo a Joan Corominas) que "ingeniero" procede del italiano. Añado el dato de Roque Barcia: "ingeniero" se deriva de ingenere (= inculcar desde el nacimiento) y se introduce así en todas las lenguas romances durante la Edad Media. Es evidente la conexión con la idea de crear, engendrar.
A propósito de la historia del "alirón", Salvador Romero me indica que en Huelva, por la influencia inglesa, han quedado dos neologismos que se asocian con el trabajo en las minas. Son "gosan" (= gold sand, arenas auríferas) y "manguara" (= man wáter, una especie de aguardiente). Don Salvador me asegura que es un fiel seguidor de esta seccioncilla, pero que lo es especialmente cuando viaja por el extranjero. Milagros de la informática.
Juan de Aisa arguye que el origen del "alirón" (el grito de combate del Athlétic de Bilbao) no está en la historia de las minas sino en una canción de la cupletista Marietina en el teatro Romea de Madrid en 1913 (letra de Álvaro Retama). En el libro Se habla español en colaboración con Francisco A. Marcos-Marín, (Biblioteca Nueva) recogemos esa versión, pero el cuplé es posterior a la historia de las minas.
Antonio Maizcurrena se apunta a la versión del cuplé. Vaya usted a saber.
Gerardo García arguye que Bilbao procede del latín bulbatio o bullatios, por la referencia a los nódulos de mineral, los famosos "rubios" de la zona de la ría. De ahí que los ingleses llamaran "bilboa" o "bilbo" a una daga. Añado que "bilbo" en inglés es también un cepo de hierro para los prisioneros.
Takis Tsiambouris (griego de nación) me corrige. El verbo meletao significa "reflexionar, estudiar, realizar un proyecto". Así que nada de "preparar una oposición" o "hacer ejercicios espirituales", como yo decía. Francamente, no veo que las dos interpretaciones se alejen mucho. Quien prepara unas oposiciones para ser un alto funcionario tiene que reflexionar y estudiar mucho con el fin de realizar el proyecto de su vida profesional.
Xuan Xosée me asegura que la frase Perversi difficile corriguntur, et stultorum infinitus est numerus (los malos difícilmente se corrigen, y el número de tontos es infinito)la recoge el Diccionario de Víctor José Herrero Llorente. Sin embargo, consulto ese Diccionario y no encuentro la afamada expresión. Me temo que sea latín macarrónico.
Víctor F. De Miguel Rufes me pide la traducción de la frase latina crucem sectarum cétera ut lutum putemus. No tengo ni idea. Mi latín no pasa de averiguar que la Francia está dividida en tres partes. Apelo a la capacidad de algún libertario latinista. Espero que a don Víctor le dé alguna pista el magnífico Diccionario latino-español de (¿nuestro común antepasado?) Raimundo de Miguel.
Manuel Gago García se queda estupefacto ante la expresión de Ramón Trillo Torres, presidente de la sala tercera del Tribunal Supremo, quien habla de "marcar un nuevo limes". Don Manuel rebusca en su inglés, pero no encuentra esa palabreja de "limes". No, no es un anglicismo sino un latinajo, perfectamente injustificado. "Limes" es tanto como límite, frontera, término, muralla, linde, entre dos territorios o propiedades. Me gusta mucho la voz "limítrofe", literalmente "el que se alimenta guarneciendo las fronteras". Esos eran unos soldados muy aguerridos o muy pobres, los que elegían ese destino en el Imperio Romano.