José María Navia-Osorio, comenta el fracaso que ha supuesto el referéndum andaluz. Opina que cualquier reforma de los estatutos regionales debería llevar la condición de un mínimo del 51% de votos afirmativos del total del censo. Estoy de acuerdo, aunque se podrían establecer otras fórmulas. Por ejemplo, la aprobación de un estatuto regional (o de una reforma constitucional) debería hacerse por un referéndum en el que votara más del 80% del censo y la aprobaran más del 50% de los votantes. Anoto, para la pequeña historia, la pregunta que hace el infatigable José María Navia-Osorio: "¿Cuántos días después de las elecciones autonómicas será liberado De Juana? Dudo que llegue al mes". Eso se escribía el 13 de febrero de 2007. Conste para la pequeña Historia futura.
Juan E. Martín (Chiclana de la Frontera, Cádiz) confiesa que lleva meses "barajando calificativos para encontrar el adecuado a este señor [el actual presidente del Gobierno]. Al final llega a este juego de palabras: "Zapatero trapacero". Comenta don Juan las palabras del presidente Chaves a propósito del referéndum andaluz. Para Chaves "el referéndum fue un éxito" y, en consecuencia, asumirá "la responsabilidad que los ciudadanos quieran hacer descansar sobre sus hombros por la participación y por el sí arrasador". Comenta sarcástico don Juan (quien votó "no"): "bastaría con que [los partidos] hubiesen dicho que nadie acudiese a votar, que iba [Chaves a votar] y, con su sí, el triunfo no solo sería abrumador y masivo, sino que sería total y definitivo".
Olegario Olayo Martínez anota el abuso retórico que supone llamar "terrorismo industrial" al cierre de una fábrica en Puerto Real (Cádiz). La afirmación corresponde a un dirigente sindical. En cambio, el presidente del Gobierno considera que un atentado terrorista pueda ser un "accidente". En la misma vena, los atentados terroristas que sufren continuamente en el País Vasco aparecen descritos en los medios como kale borroka (= lucha callejera). Sus autores dicen participar en un "proceso de paz".
AJL Díaz protesta por la similitud que yo hago entre el fascismo y ciertos comportamientos de los socialistas españoles actuales. Comprendo que la comparación es un poco forzada, pero no dejan de llamar la atención algunas similitudes o proximidades. Por ejemplo, esa estética de las camisas negras o la actitud antijudía. También tiene resonancias fascistas ese dicho de la mentalidad de izquierdas: "todos los políticos son iguales". Desde luego, no utilizo la voz "fascismo" como dicterio. Por cierto, esa equivalencia sí la suelen hacer algunos socialistas actuales. Por ejemplo, Simancas se refiere despectivamente al PP como "el facherío". Cree el ladrón... El fascismo fue un movimiento histórico y, como tal, resulta irrepetible. Pero es también una categoría formal que puede aplicarse a situaciones diversas.
Francisco Javier Bernad Morales dice que le "sorprende el fervor republicano de la izquierda. No acierto a imaginar cómo a nuestros progresistas, puede llevarles hasta el arrobo un canto cuyo letra dice":
Himno de riego
Serenos y alegres
valientes y osados
cantemos soldados
el himno a la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid.
Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer o morir.
Comenta don Francisco Javier: "Pocas cosas me causarían más satisfacción que escuchar a un trío compuesto por Zapatero, Carod Rovira y Llamazares cantar a voz en grito el himno de Riego". Sospecho que nuestro trío preferiría la versión de "Si los curas y frailes supieran / la paliza que les vamos a dar...".
José Luis Rodríguez desliza este comentario a propósito de la nonata ley del alcohol:
La única manera que tenemos los ciudadanos para defender nuestra libertad, e impedir esta ley intervencionista y absurda [la del alcohol] es que el desastre electoral del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas sea tal que obligue a ZP a dimitir, o al menos a convocar elecciones generales.
Añado que, en el caso de que el actual presidente del Gobierno se retirara, sería a cambio de que le dieran el título de Príncipe de la Paz. Ya lo tuvo Godoy. Todo hace suponer que Zapatero quiere pasar a la Historia. No hay nada más peligroso en una biografía política que querer pasar a la Historia.
Respecto a la polémica del tabaco, me parece de gran interés la propuesta de Diego López Ordóñez:
Para preservar los derechos de los no fumadores no es necesaria la segregación social, que obliga a no poder compartir sin incomodidad salones en los actos sociales. Bastaría que obligasen a los locales públicos a disponer de sistemas de evacuación de humos eficaces, que en cuanto detectaran concentraciones superiores a la tolerable, se pusieran automáticamente en funcionamiento. De esta forma, podríamos compartir mesa y mantel, sin que nuestros amigos fumadores se privaran del placer de un buen cigarro si les apetece, y sin molestarnos a nosotros [los no fumadores].
Mi experiencia me dice que en la mayor parte de los locales públicos simplemente los fumadores se abstienen de fumar. Otra cosa son las cenas amistosas en las que algunos asistentes le dan al fumeque sin que nadie parezca molestarse. En esto como en casi todo, las costumbres tienen más fuerza que las leyes.
Sobre el asunto de la batallona ley del tabaco, Susana Aguado Soriano comenta: "¿Qué le parece a usted que los camareros tengan que trabajar en ambientes con HTA (humo de tabaco ambiental)?". Contesto con otra pregunta: ¿Qué le parece, doña Susana, que los taxistas tengan que trabajar con el ambiente enrarecido de las ciudades? ¿Lo podríamos llamar AEC?