No me canso de repetirlo. El habla no sirve sólo para comunicarse; a veces cumple la función de confundir al interlocutor o vencerle con argumentos. Hablamos también para reafirmarnos a nosotros mismos, porque quizá no estamos muy convencidos de lo que decimos. Un elemento de confusión puede ser el significado real de algunas palabras y expresiones, que se aleja un tanto del significado original o literal. Esa disonancia suele ser una cierta dificultad para los extranjeros que aprenden español y se fían del primer significado del diccionario. Ejemplos:
Palabra o expresión |
Significa literalmente... |
Significa realmente en la práctica... |
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pedazo de... |
una parte de algo, de un todo |
una cosa extraordinaria y admirable |
infeliz |
tiene mala suerte, no es feliz, es desgraciado |
persona cándida, inocente, merecedora de lástima y aun de cariño. |
víctima |
sufre algún daño por un suceso extraordinario (accidente, catástrofe, atentado, etc.) |
víctima mortal, sufre muerte violenta. |
seguramente |
es probable que sí |
es probable que no |
regular |
uniforme, ajustado, medido, de tamaño medio, corriente |
más bien malo o escaso |
chambergo |
sombrero de ala ancha |
chaquetón, abrigo |
La confusión no está solo en la alteración del significado literal o canónico que se da en el habla cotidiana. Otras veces la confusión procede del uso tan repetido que se hace de una palabra o expresión hasta el punto de degradarse, de perder aristas. Ejemplos:
Palabra o expresión |
De tanto usarla se degrada su significado y pasa a ser algo así como... |
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complicado |
dificultoso |
ámbito |
(cualquier cosa) |
reto |
dificultad, obstáculo |
deflagración |
explosión |
propio |
(acaba no significando nada) |
importante |
(acaba no significando nada) |
en un momento determinado |
(acaba no significando nada) |
encima de la mesa |
(acaba no significando nada) |
eso sí |
(acaba no significando nada) |
Digamos que esas palabras o expresiones erosionadas pasan a ser "muletillas" perfectamente prescindibles. Si se mantienen es por exigencias del lenguaje barroco que tanto nos gusta a los españoles.
Hay veces en que añadimos una voz que no significa nada, pero que da fuerza a la palabra anterior. Ejemplos:
- más pronto que tarde (= en seguida).
- quieto parado (= quieto).
- erario público (= erario).